Todo festival que se precie ha de combinar la difícil misión de reunir a estrellas consolidadas como grandes cabezas de cartel pero, también igualmente importante, tener presente a los jóvenes valores de futuro para hacer que la oferta sea lo más completa posible. Para la noche del sábado, el 53º Festival de Flamenco y Danza, organizado por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, tenía reservado el menú más pujante, un triplete de apuestas de futuro que ya de por sí tienen un presente radiante: la cantaora de Triana Rosario La Tremendita, la cantaora almeriense María José Pérez y el guitarrista de la tierra, José del Tomate.
Y nadie se equivocó. Ni la organización por apostar por traerlos ni el público que decidió acudir a la última de las cuatro actividades que el Festival de Flamenco y Danza ha desarrollado en la Alcazaba, que se ha incorporado así, después de muchos años, como escenario del evento.
La terna la abriría Rosario La Tremendita que, con su llamativo look, bien podría parecer la vocalista de una banda punk. Pero como los prejuicios y las barreras están para ser saltadas, la cantaora de Triana demostró que no tiene por qué haber miedos a superar limitaciones conceptuales en torno al flamenco, ofreciendo un recital lleno de gusto, conocimiento y sobradas facultades.
Tras arrancar por seguiriyas y con el bajo colgado, como viene trabajando en los últimos años y en su último disco, ‘Delirium Tremens’, sorprendió con la intensidad de un cante que sonó rotundo y vigoroso con el sonido amplificado de sus cuatro cuerdas. Hizo referencia a que “este es un sitio que me encanta y Almería es una tierra donde vengo mucho desde niña, ojalá pueda volver muy pronto” antes de arrancar por milongas, bordar una soleá con suma perfección y hacer más jondo el cante por alegrías.
Con José Acedo a la guitarra y Cristian y El Pescao en las palmas, remataría su actuación con unas bulerías con referencias múltiples a la historia del cante (Bernarda, Chaqueta, Paquera de Jerez, Caracol, Camarón o Marchena), remataría, de nuevo con el bajo, por tangos, convenciendo sobremanera en una actuación que se hizo corta por las exigencias del amplio cartel.
María José Pérez fue la segunda titular en salir a escena. Con elegante traje de noche que le daba el protagonismo debido a su estado de buena esperanza, la cantaora almeriense hizo una efectista entrada con soleá por bulerías, acompañada al compás por palmas y nudillos en mesa, para completar el arranque con una farruca hecha bolero con el añadido de violonchelo.
Con el toque de Alberto López, Pérez ofrecería dos de las caras que la han convertido en una de las cantaoras jóvenes más reconocidas. Por un lado, lo melodioso de los aires de guajira, rematada con el ‘mauralo’ de Naranjito de Triana, y, por otro, su cante por cartageneras y mineras, que perfecciona hasta el punto de haber conseguido en 2015 el primer premio del concurso de la Lámpara Minera. Para cerrar con más ganas de fiesta, la almeriense concluiría su actuación por alegrías con ese texto almeriense que enamora, como queda registrado en su disco ‘Trazos’ y fiestas de bulería, donde no faltaron un par de estrofas sin micrófono.
Todos pensaban que ‘el niño’ iba para bailaor, pero José del Tomate lo tenía claro. Los discos de Paco de Lucía y tener a un maestro como Tomatito a su lado lo llevaron a amar la guitarra desde bien chico. Por eso, lleva años formándose y forjándose su propio camino, del que ya empiezan a vislumbrarse hechuras de gran tocaor.
Acompañado por Cristóbal Santiago a la guitarra; Bernardo Parrilla al violín; Jony Cortés percusión; ‘Pescaito’ a las palmas; Antonio Ramos ‘el Maca’ al bajo eléctrico; ofreció un recital de una técnica magistral y una enorme habilidad para la velocidad en las falsetas. De su primer trabajo discográfico, ‘Plaza Vieja’, sonarían, entre otras, piezas como ‘Al Mejor de Todos Los Tiempos, Camarón de la Isla’, las bulerías ‘A Mi Padre, o ‘Puerta Purchena’.
Fue un colofón perfecto a una noche que fue dando un respiro al calor, como si el bochorno se diluyera por el talento de los tres jóvenes que demostraron una vez más que han venido para quedarse.
El Festival de Flamenco y Danza de Almería continuará mañana lunes, 22 de julio, con la última cita de Plazeando en la calle General Luque, esquina con la Iglesia de San Juan, con Azahara Herrera, a partir de las 21.00 horas y con entrada libre. Los grandes espectáculos volverán a la plaza de toros el miércoles, día 24, con Chick Corea and The Spanish Heart Band y el viernes, 25 de julio, con ‘Carmen’ de Salvador Távora, como gran cierre final.
Las entradas para estos dos últimos espectáculos se encuentran disponibles tanto en la taquilla municipal que está situada en el Teatro Apolo, como en la página web www.almeriaculturaentradas.es.