En el verano todos suelen buscar opciones de entretenimiento y las playas son el lugar favorito de muchos. Lo común es acudir con los seres queridos, pero este grupo no solo representa a familiares y amigos, sino también las mascotas. Anteriormente, era imposible llevar a tu perro a un balneario, lo cual exigía dejarlo en casa. Pero, ahora las costas españolas ya disponen de playas donde se pueden entrar con ellos tranquilamente.
Las playas caninas se han convertido es un buen ambiente para pasear. Además del entretenimiento, también aporta enormes beneficios para su salud. Según Santiago Hernández, portavoz de PETSLATINOS, esta actividad propicia que el animal sea más sociable tanto con otros canes como con las personas. Jugar al aire libre refuerza los vínculos que tienes con él, mejora su ánimo, su actividad mental y ejercita sus articulaciones, lo cual evita la obesidad.
En España, actualmente hay alrededor de un centenar de lugares de costa donde te permiten llevar a tu mascota, sobresaliendo la Comunidad Valenciana y Andalucía. Pero en 2017, en la provincia de Almería se habilitó el baño exclusivo de los perros en la playa de La Rana, bajo el término municipal de Adra. Además, cuenta con un Can-park, un espacio con una superficie de 900 metros cuadrados que también se puede aprovechar.
Almería, al igual que Granada, solo dispone de una playa canina. El ayuntamiento de la provincia llevó a cabo los trámites necesarios para habilitar una playa para perros en la capital, pero de momento no ha obtenido el permiso de la Junta de Andalucía. Por lo que sus características no la define como una ciudad Pet Friendly.
Los reglamentos en las playas caninas se rigen por cada ayuntamiento. En la playa de la Rana, como normas generales, los propietarios de los perros deben llevar consigo la documentación sanitaria de la mascota y están obligados a recoger los excrementos del animal y depositarlos en las papeleras.
Los canes de raza potencialmente peligrosas o con un peso superior a los 20 kilogramos deben llevar un bozal. En caso suceda un accidente, los dueños serán responsables de cualquier daño que pudiera ocasionar el perro. La mascota no puede molestar a otros usuarios y no pueden salir del espacio reservado.
Estas reglas básicas permiten que las familias puedan disfrutar de la playa con sus animales de compañía. Por su parte, es preciso acudir a algunas recomendaciones para veranear cómodamente. Así como nos preparamos por llevar ropa de verano y demás accesorios, el animal también necesita un equipo organizado.
Antes de salir, en la mochila del perro se debe llevar: los papeles del animal, agua y un bebedero, premios para reforzar su buen comportamiento, y también se aconseja llevar su comida y el comedero. Imprescindible contar con las bolsas para recoger sus necesidades y un juguete, en caso sea necesario. Si el perro es muy delicado, algunos dueños utilizan cremas solares y protectores para almohadillas en las patas.
Cuando estés en la playa, escoge un área para proteger al animal del sol excesivo; identifica un lugar con sombra. Asegúrate que beba agua regularmente, beber agua le ayudará a mantenerse hidratado. Vigila al perro y evita que tome agua de mar porque le puede provocar problemas gastrointestinales.
Para que el perro se bañe es preciso elegir una zona con poca profundidad y que no haya corrientes. Si las condiciones del mar no son seguras, es mejor no ingresar. Si la mascota no se siente cómoda no le obligues a meterse en el agua.