Cada época del año lleva asociadas determinadas patologías estacionales que nos obligan a extremar las precauciones para evitar enfermar. Si en invierno es la ‘temporada alta’ para los resfriados y primavera para las alergias, en verano muchos de los problemas de salud vienen relacionados con la alimentación, y entre otras patologías, nos encontramos con la listeriosis, cuyo reciente brote ha hecho que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería difundauna serie de consejos para prevenirla, con el objetivo de que se puedan transmitir las medidas básicas para no contraerla.
La listeriosis es una enfermedad causada por la bacteria listeriamonocytogenes, que se transmite con mayor frecuencia al comer fiambres procesados incorrectamente y productos lácteos sin pasteurizar. Desde el Colegio, que preside Gema I. Martínez Soler, informan que es importante tener en cuenta que “la listeria puede sobrevivir a la refrigeración e incluso a la congelación y puede ser especialmente grave para mujeres embarazadas, llegando a ser mortal para el feto, y en personas con sistemas inmunitarios debilitados, siendo poco frecuente que las personas sanas lo contraigan”.
Entre los consejos esenciales de prevención, se recomienda lavar muy bien las manos con agua tibia y jabón antes y después de manipular o preparar alimentos, limpiar las frutas y verduras crudas, calentar las sobras de comidas y, después de cocinar, usar agua caliente y jabón para lavar los utensilios, las tablas para cortar y otras superficies de contacto.
En el caso de las mujeres embarazas aconsejan prevenciones extra como no ingerir leche o quesos no higienizados (blandos tipo brie o similar), salvo que en el envase se indique claramente que han sido fabricados con leche pasteurizada. También es bueno evitar los patés, productos cárnicos loncheados, perritos calientes, carnes en lata o fiambres, a menos que se hayan calentado bien, y manteniendo el líquido de estos envases lejos de otros alimentos, lavándose las manos después de manipularlos. También se recomienda evitar los mariscos ahumados y refrigerados, a menos que hayan sido cocidos o sean enlatados o no perecederos.
Los síntomas aparecen entre una y cuatro semanas después de haber comido alimentos contaminados, habiendo casos en los que se manifiesta incluso hasta 70 días después. Los síntomas más frecuentes son fiebre y diarrea, y la similitud del cuadro con el que provocan otros microorganismos hace que sea raro que sea diagnosticada.
Cuando la enfermedad no es tratada y la bacteria se ha propagado más allá de los intestinos, se habla de listeriosis invasiva. Las mujeres embarazadas presentan síntomas similares a la gripe, como fiebre, fatiga y dolores musculares, si bien la infección puede causar aborto espontáneo, muerte fetal o parto prematuro. Si no existe embarazo, los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones, además de la fiebre y dolores musculares.