Ana Julia Quezada, acusada de la muerte del niño Gabriel Cruz, no ha querido responder a las preguntas de la acusación particular que representa a sus padres, Ángel y Patricia, por lo que el letrado Franciso Torres ha querido dejar constancia de sus preguntas.
En concreto Quezada no ha querido responder si tenía intención de envenenar al niño, ya que en su portátil han aparecido enlaces a páginas sobre plantas venenosas, si bien sobre ese asunto había dicho a preguntas de la fiscal que era por motivos de tratamientos estéticos y de belleza. Del mismo modo, no ha explicado el motivo por el que lo desnudó cuando intentó cortarle el brazo, argumentando Torres que ella había sido carnicera y que su intención podría ser descuartizar el cuerpo.
Tampoco ha contestado si Gabriel le ayudó a transportar el hacha con la que le intentó cortar el brazo, y lo mismo con la pala con la que después lo enterró. Luego, cuando se lo preguntó su abogado defensor, negó haber llevado nada, que todo estaba allí por motivo de las obras que estaban realizando.
Durante todo el tiempo que ha durado la declaración de Ana Julia ante la Fiscalía, el letrado de la acusación no la ha mirado ni una sola vez.