El doctor Nicasio Marín ha sido uno de los peritos forenses que han intervenido en la sesión de este lunes del juicio oral contra Ana Julia Quezada por la muerte del pequeño Gabriel el 27 de febrero de 2018, y ha confirmado a los medios de comunicación que contra el niño hubo "violencia intensa y extensa" según las pruebas que han aportado.
El médico, que no ha querido entrar en detalles al ser todas las declaraciones de hoy a puerta cerrada, sí ha dicho que el informe de Medicina Legal indica que la causa de la muerte fue una "asfixia mecánica por sofocación manual por una oclusión extrínseca de los orificios respiratorios" y señala que el mecanismo responsable del fue "casi exclusivamente la anoxia anóxica".
Ha significado que hablar de que le tapó la nariz y la boca al niño "es una banalización" de lo que hizo Ana Julia.
Otros detalles aportados por Marín en su informe corroboran la versión de Torres, como que podía haber sido reanimado, que fue "reiteradamente" golpeado en la cabeza y que "más tarde, la asfixia por sofocación puso definitivamente fin a su vida".
Gabriel "fue golpeado violenta y reiteradamente en la cabeza" y quedó en "un estado confusional primero, estuporoso después, hasta llegar al coma", y "falleció entre 45 y 90 minutos más tarde, culminando la muerte con una asfixia por sofocación tras colapso de cavidades respiratorias sobre un pulmón con una doble lesión inflamatoria".
"La presencia del edema cerebral, así como el distres pulmonar descrito indica que, desde que se inician los gritos, las amenazas, recibe los golpes, el zarandeo, hasta que se obstruyen la boca y la nariz, y finalmente fallece".