Opinión

Pax et gloria... ¿de Lucifer?

Al Hakam Morilla Rodríguez | Viernes 04 de octubre de 2019




"(...) siguiendo el sistema de los jesuitas, matas sistemáticamente todo sentimiento humano en ellos [sus adeptos], los educas en la mentira, en la desconfianza, el espionaje y la delación".

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Crítica de Bakunin a Nechaev (1868)





El mezquino grado de racismo, xenofobia e islamofobia que padecemos, por parte de la cruzada mediática neoclerical-fascista, se ha vuelto ya insoportable. Un empleado de la Prefectura de París asesina a cuatro agentes, compañeros suyos, y el titular para cierta canalla nacional-católica amarillista es que al parecer ¡se había hecho musulmán hace dieciocho meses! Consultad France Presse en español: ni siquiera menciona ese detalle de su biografía, aunque sí que sufría una discapacidad y además, al parecer, mantenía discrepancias con su jefa de servicio.



Recordemos lo que pasó en la cristiana Ruanda, hace veinticinco años, en relación a los genocidios entre hutus y tutsis. Los reporteros de la Radio de las Mil Colinas, responsables de animar a las matanzas de centenares de miles de personas, muertas a machetazo limpio, fueron procesados por el Tribunal Internacional de la Haya. ¿Qué pasaría si en correspondencia instásemos a los media de países de mayoría musulmana, de Asia o de Estados laicos a que resaltasen en sus páginas de sucesos la adscripción papista de los criminales en sus naciones? Lo mereceríais, gacetilleros canónigo-totalitaristas rojipardos sin vergüenza ni dignidad, pero no somos de la misma calaña que el lobby nacional-catolicista de Bruselas, romanista o de la gusanera de Miami, apesebrados tiralevitas de la curia.



Dejando su sordidez a un lado, hemos podido presenciar los actos de la celebración de los setenta años de la Revolución comunista china que cambió el mundo contemporáneo. El desfile militar más grande de la historia. Exhibición de pepinos nucleares intercontinentales capaces de alcanzar cualquier punto de los EEUU. Aparición triunfal del presidente Xi Jinping delante de la Puerta Celestial proclamando orgulloso que no existe poder que pueda desafiarles... Muy poco tiempo antes, para llevarnos bien, la mayoría de los triperos parlamentarios de Bruselas, comparando el nazismo con el comunismo, han condenado esta última ideología. Como si todo comunismo debiese comulgar acríticamente con el estalinismo.


Pues bien, este año también se conmemora el noventa aniversario del Estado vaticano, fecha también muy redonda... y ni una mala paradita de la guardia suiza ni unos baratos fuegos artificiales. Discreción absoluta... ¿o tal vez vergüenza? Ni siquiera por parte de Bruselas ni una felicitación, aunque el último Estado totalitario del Subcontinente se halle en su mismo suelo. Examinemos el porqué de esta doble vara de medir.



La unificación italiana no daría su paso decisivo hasta que el glorioso general Raffaele Cadorna cruzó la frontera de los Estados pontificios y en 1870 los bravos Bersaglieri, fusil en mano, derribaron la muralla Aureliana e irrumpieron en la hoy ciudad-estado vaticana, la cual por entonces no existía con ese rango. El papa y sus sucesores, bunkerizados en su suntuoso palacio de la capital de los césares, practicaron un boicot internacional, diplomático y con sus obedientes sectas destructivas al naciente Estado italiano. A esta larvada 'guerra' en la sombra se la llamó la Cuestión romana.



Temerosa la Mitra de que los procesos hacia la plena independencia y el liberalismo en otros países pusiesen en peligro su verdadera mafia expoliadora intercontinental, multiplicaron su injerencia criminal y traidora en todas partes, sobre todo en Latinoamérica, a la que siempre han considerado su descerebrada vaca lechera. Cabe destacar, por su barbarie, la denominada primera 'cristiada' en México (1926-1929) sobre la que nos analistas no se ponen de acuerdo si la cifra de víctimas está más cerca de doscientos mil o de un millón. Cuando el gran presidente Plutarco Elías Calles quiso primar la potestad del Estado frente a la iglesia y la laicidad administrativa, curas y obispos se dedicaron a jalear masacres de horror indescriptible, en nombre de 'viva-cristo-rey' (seguro que os suena), fanatizando a campesinos analfabetos. Hubo aún una segunda 'cristiada', en la siguiente década, pero sólo contra indefensos maestros y maestras rurales, únicamente por negarse a adoctrinar a los niños según sus dogmas medievales. Las torturas, mutilaciones y asesinatos forman parte de los Anales de la Infamia del noble Pueblo mexicano... ¡y todavía por allá existen energúmenos que pretenden defender ese atroz legado terrorista cristero!



No es casualidad que el fin de aquella primera 'cristiada' coincidiría con los Acuerdos de Letrán en 1929 entre el legado del papa Pío XI y el dictador fascista Mussolini. Se comprende la causa del apaciguamiento cruzadista del pontífice. La bestia negra del Duce les otorgó la prerrogativa de erigirse en Estado, y en el Artículo veinte de ese Tratado Lateranense les eximía de aranceles, convirtiendo a doscientos purpurados en los capos de facto de la mayor guarida fiscal del planeta.



Sin embargo aquel llamado 'papa de Hitler', Pío XI, que consideraba a Mussolini 'hijo de la divina providencia', no tardaría en hacer de las suyas participando del imperialismo despótico del Pacto de Acero Roma-Berlín. El apoyo a los golpistas que derribarían la II República española, en especial los rancios carlistas, los monárquicos alfonsinos y al beaterio de la CEDA no culminaría hasta que el sanguinario tirano Franco entró bajo palio en la catedral de la Almudena en Madrid, tras genocidios múltiples de tres años, el mismo período de Terror cristo-fascista que en la patria azteca, con un número similar de cadáveres en las cunetas del oprobio. Los eslavos de Croacia fumigados por los católicos croatas - con procedimientos que espantaron a la SS (¡sic!) - dirigidos por el siervo de la Iglesia Ante Pavelic (enterrado en el cementerio de san Isidro de Madrid) y protegido por el clero franquista; o el pavoroso caudillo eslovaco monseñor Tiso, ahorcado tras el desplome del reich por sus crímenes contra la Humanidad, hablan con suma elocuencia de las brutalidades a las que está dispuesto el papismo para satisfacer su ilimitada codicia. Tampoco nos debe resultar sorprendente que tras el Concordato con Hitler, católico austriaco y bávaro de adopción, el Vaticano prestase auxilio a sádicos exterminadores nazis perseguidos por los Aliados, en lo que se conoce como Ruta de la Ratas.



Extendernos sobre las sevicias sanguinarias e impunes saqueos de la curia en todo el mundo excede con mucho los límites de este artículo. La Ed. Planeta, cuando absorbió la Ed. Martínez-Roca, no continuó publicando el enciclopédico catálogo del Espanto del mayor historiador del clericalismo de todos los tiempos, Karlheinz Deshner. En su rigurosa y erudita Historia criminal del cristianismo, a partir del tomo XI llegó el silencio: los volúmenes que correspondían desde el S. XVI, con el apogeo del imperialismo luso-español. Aunque no se debería a ensotanadas presiones, no elaboréis deducciones apresuradas, seguro que se trató de un pequeño lapsus del editor Lara (¡de origen jiennense, lugar de Al-Andalusía que ha sufrido la bestialidad monárquico-papista durante siglos como muy pocos en el mundo!).



La propaganda canónigo-fascista con su aviesa tradición de señalar la paja en el ojo ajeno, y mediante sus bocazas opusino-loyolistas en sus partidos confesionales de la Pp$OEC's & Vox SL, los cuales no cesan en sus cargos de despilfarrar nuestros recursos para regalárselos a ese Estado extranjero teocrático - los 'patriotas constitucionalistas' son así de coherentes -, se han propuesto que retornemos a la pesadilla del Absolutismo oscurantista. Sus sectas se han infiltrado con éxito en todos los aparatos del Estado y en Bruselas: ¡qué porvenir tan triunfal e idílico! Lástima que la fiesta la estropee el vertiginoso ascenso de las iglesias evangelistas en su feudo latinoamericano, que el presbiteriano Trump impida al lobby jesuita de Biden hacerse con el control de Washington y que la asistencia a sus oficios religiosos en Europa ande por los niveles de Mongolia exterior (el hecho de que el 90% de las 'escuelas de negocios' estén en manos del ignaciano-escrivarismo anima muy poco a la mística o la fe, inútil engañarse a estas 'jarturas').



Resultan casi irrelevantes los masivos escándalos de pederastia, los decenas de miles de bebés robados, el adoctrinamiento en las escuelas públicas, institutos, sus radios, televisiones o periódicos vertiendo a diario basura, su vampirización sistemática de lo Público (ved informes de Europa Laica), ni tampoco interesa que el otro papa, Benedicto equis uve palito, no pueda salir de los límites del Estado vaticano, por su presunta complicidad denunciada por el gobierno de Amsterdam en La Haya, al amparar o solapar Ratzinger presuntamente los abusos sexuales masivos a centenares de niños holandeses, ¡y el mismo Francisco I, su sucesor jesuita con careta de progre, ha canonizado a frailes colaboracionistas del golpismo franquista y cristeros mexicanos sediciosos! (Tiene que ser terrible incluso para sus más sumisos peleles que su proyecto 'redentor' lo conozca el planeta entero: la Calamidad del régimen de servidumbre de las Reducciones que impuso la Orden Negra a los infelices indios guaraníes, nación que abarcaba lo que hoy es Paraguay y parte de Uruguay, Perú, Bolivia y Brasil. El insaciable lucro de la clerigalla, fruto de esa esclavitud, provocó que no pocos de aquellos desgraciados se suicidaran o muriesen extenuados por la salvaje explotación, mientras que su lucro insaciable terminaría en la guerra y en la autodestrucción).


No pasa nada. Con deslizar infundios desde un Ministerio atizándole a las minorías de conciencia, o con tener a la servil prensa jacobina demonizando a los demás, aquí 'pax' y después... sic transit gloria mundi: en el infierno de la miseria y la mediocridad.


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