Opinión

10N: Reacción

Rafael M. Martos | Martes 12 de noviembre de 2019


En abril hubo elecciones generales después de que en diciembre hubiésemos tenido autonómicas, al mes siguiente, municipales, y ahora, en noviembre, de nuevo generales. Es conveniente hacer este recorrido para valorar en su justa medida el éxito sin paliativos de Vox, porque su éxito es prestado, coyuntural, muy lejos de ser una consolidación… lo que no quita que pudiera llegar a serlo. Dependerá básicamente del PP.

Vox es el partido del “cuanto peor, mejor”, y así observamos que en las autonómicas de 2018 la ultraderecha se hacía con 20.000 votos en la provincia de Almería, en abril lograba casi 63.000, pero en las europeas de mayo –solo un mes después- se quedó en la mitad, pero si en lo que nos fijamos es en el dato de las municipales de ese mismo día, volvían a los 20.000 de las autonómicas. Ahora, de nuevo en generales, superan los 80.000.

Mirando qué pasaba en cada momento electoral, advertimos que los mejores resultados de esta formación en Almería –y en general- se producen cuando hay tensión en Cataluña, y por tanto el voto responde a un exacerbamiento del nacionalismo español frente al nacionalismo catalán, es pura reacción sin más. A más bronca en Cataluña, más votos para Vox.

Por eso en municipios donde con solvencia gana el PSOE en las municipales, Vox se ha impuesto en las generales, como Níjar o Vícar, o donde lo hace el PP como Roquetas y El Ejido, en éstas se les adelanta también a ellos. Y de hecho, ni tan siquiera les penaliza la crisis que han tenido en Roquetas, en El Ejido, o incluso a nivel provincial, donde tienen una gestora tras ser desmantelada la dirección.

Fue también reacción lo que hizo que Podemos amenazara el liderazgo del PSOE en la izquierda, y reacción lo que aupó a Ciudadanos.

De hecho, en la provincia PSOE y Unidas Podemos han bajado 15.000 votos desde abril, y de los 34.000 que pierde Ciudadanos, solo 3.000 han ido al PP, por lo que dejando al margen lo que haya acabado en abstención, la inmensa mayoría solo han podido ir a Vox, y entonces basta analizar en qué punto se tocan ambas formaciones. A eso hay que unir cómo se entiende la gestión de la izquierda en el tema catalán, y explicamos el otro dato.

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