Al menos hasta 2018, que es la última referencia oficial, España era el quinto país de Europa en inversión en el llamado “internet de las cosas”, un negocio en plena expansión, como lo certifica que en todo el mundo va a experimentar un crecimiento de 100.000 millones de euros, alcanzando previsiblemente los 745.000 millones este año 2019.
Ya no es necesario explicar qué es el internet de las cosas, pero sí es importante conocer que esa expansión se produce porque precisamente permite tener todo el poder de internet al alcance de la mano, tener una plena conexión entre los más diversos dispositivos, y habrá quien le encuentre utilidad enlazando su frigorífico con el móvil para recodarle qué ha de comprar, y otros para entretenerse jugando blackjack online en casinos españoles.
De hecho, toda esta interconexión y sus oportunidades se ve favorecida porque hay ayuntamientos que ponen wifi gratuito en zonas públicas, por lo que puedes acceder a múltiples servicios incluso sin gastar datos.
Todo esto explica el aumento de casi el 15,5% que se prevé en la inversión en tecnología, y en 2022 podría alcanzar el billón de dólares, por lo que también se convierte en una excusa perfecta para buscar empresas en las que poner nuestro dinero directamente desde casa.
Pero como señalamos, el internet de las cosas es mucho más que eso, ya que su objetivo es un mundo interconectado, y más concretamente, nuestro mundo, el de cada cual, como encender y apagar las luces de casa desde otra ciudad, o activar el lavavajillas, o poner a grabar la televisión. Así se pueden monitorizar flotas de vehículos que es algo que ya ocupa alrededor del 25% de la inversión que se hace en este sector, podemos vigilar con cámaras nuestra empresa o nuestro hogar, hacer seguimiento de paquetería, y en definitiva, múltiples gestiones.
La distribución de estas inversiones se repartirá casi a partes iguales, unos 258.000 millones de dólares a aspectos relacionados con instalación, unos 250.000 millones a hardware, de los que alrededor de 200.000 serán para sensores de distinto tipo y tecnología. El software conllevará una inversión superior a los 154.000 millones, porque es la cifra estimada para 2019 y se prevé que crezca hasta un 14% en 2022.