Rafael M. Martos | Lunes 27 de enero de 2020
Escuchar a José Fiscal, exconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, destacar en Abrucena el papel protagonista del PSOE en el proceso autonómico andaluz, pone los pelos como escarpias. La desmemoria de los socialistas es realmente pavorosa en los aspectos relacionados con nuestra lucha histórica por el autogobierno, y que alcanzan mucho más atrás de los 28 de febrero, fecha erigida en Día de Andalucía para convertir en mero trámite institucional que oculte el golpe en la mesa del consenso preconstitucional que dio Andalucía el 4 de Diciembre de 1977.
Pero como tiempo habrá de abordar ese asunto, vamos a fijar la atención en las desmemorias más recientes de los socialistas almerienses, preocupados ellos por si tienen o no licencia aquellos servicios que el gobierno del PP y Ciudadanos están poniendo a disposición de la ciudadanía.
Salir públicamente a poner en duda que las instalaciones abiertas del Hospital Materno-Infantil tiene sentido, siempre que el gobierno del que uno ha formado parte no haya acumulado un retraso de varios lustros en el inicio de las obras de este proyecto, o cuando, por ejemplo, ese mismo gobierno no haya abierto un instituto como el Sierra Alhamilla sin licencia municipal, o cuando ese mismo gobierno ha tenido 14 años abierto el Museo de Almería también sin licencia.
Es lo mismo que cuando han criticado la inutilidad del Plan de Alta Frecuentación puesto en marcha por el actual gobierno andaluz tras descubrirse pacientes ocultos en las listas de espera oficiales. Ahora llegan los datos: Ha habido casi 5.000 intervenciones quirúrgicas más en 2019 que en el mismo periodo de 2018, por tanto, sí ha tenido repercusión el Plan, y si su incidencia no ha bajado tanto la lista, es precisamente por el afloramiento de quienes habían sido mareados administrativamente para que no aparecieran, tal como ha ocurrido con las listas de espera de Dependencia.
Este es el problema de lanzarse a la crítica desesperada, que aún tenemos memoria, que aún este gobierno anda resolviendo los desaguisados socialistas, y por tanto, el PSOE debería guardar un discreto silencio, o al menos no caer en la tragedia porque puede que lo suyo acabe siendo tomado como una comedia.
La desesperación por criticar lo que sea, y sea como sea, se evidencia también en que su mayor acusación suele ser contra las cosas que propone Vox, no solo como si fuera parte del gobierno, sino como si fuese quien lo dirige… pero oiga, la abstención de unos independentistas y el voto favorable de otros independentistas, para la investidura de Pedro Sánchez… eso no hace al PSOE corresponsable de lo que dicen o dejan de decir ERC, Bildu, el PNV o BNG…
La cuestión es que a base de mentir una y otra vez, como ha ocurrido con nuestra historia autonómica, los socialistas han creado una Andalucía irreal y al ser ahora otro el gobierno , los datos y las cifras reales salen a la luz sin necesidad de su licencia.
Noticias relacionadas