Un tal "Rossety" se ha permitido el lujo de insultar a Andalucía y a los andaluces, con motivo del 28-F. No merecería la pena, por venir de quien viene y por hablar en representacíón de un partido que pregona la "unidad de España y contra las autonomás". Hay que alegrarse de sus palabras, porque dan idea de qué entienden por "unidad", porque demuestra que son los únicos interesados en "romper" España, con su segregación, con sus insultos a determinadas comunidades, con su trabajo por enfrentar a unos con otros.
Al mismo tiempo hay que rechazar sus palabras, su actitud vomitiva y la de su partido. Le ofreceríamos nuestra ayuda para darle la formación, educación e información que le falta. Pero no es posible, porque se opone/n a aprender. Saben de sobra que, si tuvieran formación, educación e información, se verían obligados a cambiar su actitud insolidaria, totalitaria, anti-humana (y anti cristiana, aunque es lo que dicen ser). Para no verse obligados a pensar con seriedad, a actuar con Justicia, rechazan la posibilidad de recibir la información necesaria.
Pero al menos los demás, que se apunten qué es lo que persiguen estos energúmenos. Que no se fien de su discurso "buenista" y analicen sus declaraciones espontáneas.