Almería no está ajena al coronavirus, y no solo porque en estos momentos haya una persona contagiada en Aguadulce mientras otra ya se recuperó, sino porque el turismo y la exportación agrícola son sus dos principales fuentes económicas.
Es por esta razón que el Ayuntamiento de Almería ha convocado para mañana un comité de seguridad y salud para conocer la posible repercusión del coronavirus en la capital.
De momento el sector hostelero lo está notando y la Semana Santa, como punto clave de afluencia masica de personas, está en el punto de mira. Hay que recordar que hace unos día fue el besapiés del Cristo de Medinaceli en la Catedral de Almería, y pudo verse que no todos los fieles que acudieron realizaron este ritual, obviamente por motivos higiénico-sanitarios.
El alcalde de la capital, Ramón Fernánde Pacheco, ha comentado que "lo que se tienen claro desde el Consistorio es que los profesionales tienen la última palabra" y que "valoraciones más allá de la que hagan los propios profesionales pues está de más"
Por su parte el presidente de ASAHAL, Diego García, ha reconocido que "hay un descenso de anulaciones, pero lo que sí parece que hay un parón en las nuevas contrataciones. Estamos preocupados, pero también estamos ocupados". Ha querido dejar claro que "lo primero" son los clientes y los trabajadores".
En el sector del transporte de mercancías también está habiendo problemas entre aquellos que tienen que viajar a la zona italiana afectada, para evitar la posibilidad de contagio del coronavirus. Se están barajando algunas medidas de seguridad entre la patronal del sector para dar respuesta a las peticiones de sus clientes, como que los conductores no tenga contacto con los almacenes ni personas de carga y descarga, que porten mascarilla y guantes, que no se bajen de las cabezas tractoras, o que antes de llegar a su destino la mercancía, cambie de camión. Algo similar ocurre con quienes tienen que regresar a España con productos alimenticios congelados o refrigerados y cosmética.
Desde la patronal Fenadismer, se pone énfasis en que no existe un protocolo concreto de actuación y se encuentran desprotegidos, por lo que han reclamado al Ministerio de Transporte que establezca una normativa.