Las continuas apariciones del presidente Pedro Sánchez en la televisión y con preguntas filtradas, no pueden esconder una realidad, y es la desinformación a la que estamos siendo sometidos desde que estalló la crisis del coronavirus, y especialmente desde que con del Real Decreto de Estado de Alarma asumió todo el poder, incluso el de la comunicación.
El 26 de febrero la Junta de Andalucía reportaba el primer caso de COVID 19, que se producía en Sevilla, y desde entonces ha estado emitiendo un informe diario en el que se detallaba la edad y el sexo, además de las condiciones en que se producía el contagio y el centro sanitario en el que estaban siendo atendidos.
El 13 de marzo, como ya había casos en todas las provincias y las situaciones eran diversas, en la nota se indicaba de modo provincializado los positivos, los ingresados, los que estaban en UCI, los que tenían seguimiento domiciliario, y cuando se produjo el primer fallecido, también ese dato. Además, se señalaban cuantos laboratorios estaban habilitados para analizar muestras de posibles pacientes.
Se informaba también de las llamadas atendidas por Salud Responde o el 061, el personal disponible en Emergencias Sanitarias, o el 112.
El sábado 14 de marzo, Sánchez decreta el Estado de Alarma y el domingo 15 comienza a centralizar la información, el 16 lo sigue facilitando la Junta de Andalucía tal cual se había venido haciendo, pero el 17 cambia.
Sánchez oculta el dato provincial de ingresados en UCI desde ese día, y al siguiente elimina también el de altas por provincia.
Tampoco es claro el gobierno con el número de test realizados, ya que la primera cifra más o menos oficial la tuvimos en el fin de semana del RD, cuando el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, dijo que hasta ese momento se habían hecho 30.000, y justo seis días después la directora del Instituto de Salud Carlos III, Raquel Yotti, afirmó que ya iban por 355.000. Por supuesto que sin aclarar en qué provincias, ni concretar exactamente cuantas cada día, ni cuantas fueron negativas, ni los criterios de selección de los elegidos.
Pero las cifras no cuadran, ya que la propia directora del IS Carlos III dijo que se estaban haciendo entre 15.000 y 20.000 test al día, y si fuese así, y aceptando que cuando hacía esta declaración el sábado 21 de marzo, ya iban por 355.000, esa cantidad solo se podría alcanzar si empezaron a hacerlas hace 18 días… cuando solo había 165 casos diagnosticados en toda España. Además, no se ajustaría a lo dicho por Simón, que el día 14 solo contabilizaba 30.000 en total hasta la fecha.
Por el contario, en Corea del Sur la información se actualiza dos veces al día, y se indica cuantas pruebas se han hecho, cuantas han sido negativas, y cuantas positivas, y de éstas, se detalla su edad, sexo, región, patologías previas, de los que han sido aislados, han fallecido o datos de alta.
Ahora, una semana después de RD, es cuando Sánchez anuncia que van a comprar mascarillas, y eso tras requisar las ya adquiridas por Andalucía o Madrid, y nos habla de las dificultades para adquirir test y distribuirlos, cuando Galicia y Andalucía ya han comprado y los están realizando sin mayores contratiempos.
Si alguien añoraba que con el Estado de Alarma nos iban a convencer de las bondades del centralismo, van listos.