La necesidad de no salir a la calle y la facilidad de realizar sus ejercicios en casa han favorecido su práctica las últimas semanas
La situación actual ha cambiado, de forma drástica, la vida cotidiana de las personas en este país. El hecho de no poder salir a la calle afecta a muchos aspectos de nuestra vida; evidentemente, nuestro humor y estado de ánimo pueden resentirse, así como la forma que tenemos habitualmente de ejercitarnos, que va desde la realización de alguna actividad física en los centros deportivos, hasta el paseo relajado por las calles o los parques.
Para ello debemos encontrar soluciones alternativas; y, preferentemente, que nos aporten aspectos positivos en las diferentes vertientes que vemos afectadas. En este aspecto, el yoga puede resultarnos una buena solución, ya que aúna entrenamiento físico y mental y crea beneficios en ambos campos. Al yoga se le atribuyen cualidades que van desde aumentar la flexibilidad y fortalecer los músculos y los huesos, hasta estimular la relajación y ayudar a equilibrar el sistema nervioso.
Además, no necesitamos un gran equipo ni un espacio enorme en casa para poder practicarlo, nos bastará con una esterilla, ropa cómoda y apenas unos pocos metros cuadrados, que encontraremos, seguramente, en nuestro comedor si aparatamos un poco algunos muebles. Lo que sí es importante es que, si nos decidimos a practicarlo, tengamos una cierta continuidad en su práctica.
De hecho, no es tan habitual que las personas tengan una rutina regular de ejercicio en casa: si ya cuesta en ocasiones ir al gimnasio, nuestro hogar está lleno de distracciones, tiene una ambientación alejada de la de un centro deportivo y se hace más difícil seguir una disciplina. Sin embargo, la imposibilidad en estos días de poder desplazarnos no ha dejado muchas más opciones, y eso ha hecho que la gente esté explorando las posibilidades que existen para entrenar en casa, entre ellas, alguna que os hemos comentado en los últimos días. Y la sorpresa ha sido averiguar hasta qué punto hay opciones al respecto.
Además del citado yoga, tenemos ejercicios de crossfit, juegos en familia, programas que implican entrenamiento de cardio, rutinas combinadas, y un largo etcétera. Tanto es así que es normal que no sepas qué carta quedarte, es decir, no saber que opción elegir. Pero hay que tener un poco de paciencia e ir probando posibilidades para encontrar aquello que nos vaya mejor, no sólo a nivel de gustos, sino también que nos sea más beneficioso para nuestra condición y no implique o agrave lesiones o dolencias.
En este aspecto, también el yoga puede resultar una gran opción, ya que no tiene impacto ni representa una intensidad que requiera un gran estado de forma previo, por otra parte, permite ir evolucionando a nuestro ritmo, y no es tan agresivo a nivel cardiovascular ni muscular como los ejercicios de alta intensidad.
Pero sí que es importante que elijamos alguna app o lugares de streaming que nos puedan orientar en nuestros primeros pasos como practicantes, aunque lo más recomendable es que profesionales en línea nos asesoren para evitar problemas. Y que empecemos con prudencia, no se trata de convertirse en una experto/a a las primeras de cambio, sino de ir conociendo nuestras sensaciones y límites, evitando hacernos daño o agobiarnos, lo que sería un efecto contraproducente a lo que, justamente, deseamos con esta actividad.
Lo que parece claro, especialmente por una mayor actividad en foros, una mayor descarga de apps relacionadas y de visualizaciones de videos de la materia, es que se está dando un auge de las actividades físicas en casa, entre ellas, evidentemente, el yoga. Y es una buena noticia, dentro de lo delicado de la situación, que tengamos a nuestro alcance la posibilidad, sin salir de casa, de ejercitarnos y distraernos, en la medida de lo posible. Animamos desde aquí a probarlo y encontrar la actividad que más se adecúe a nuestros gustos y posibilidades; siempre con prudencia, claro.