Estamos almorzando y Pedro Sánchez nos acompaña desde la televisión en su habitual sermón sabatino, haciendo como que responde a un grupo de periodistas. Mi hijo, que ha hecho esta misma mañana un examen, anoche otro y el jueves pasado otro, empieza a mover la cabeza con indignación al escuchar una respuesta al compañero de El Español. Le contesta el presidente “yo no formularía así la pregunta”, y claro, el universitario piensa en que sería estupendo poder decirle a su examinador que debería formular la pregunta de un modo distinto, de un modo que le permitiera responder lo que él quiere, no lo que aparece en el cuestionario.
Sé por experiencia que una cosa es lo que los periodistas preguntamos y otra lo que los entrevistados responden, y que esto forma parte del juego, pero hay momentos que no admiten contemplaciones, como éste.
El hartazgo de los periodistas con el presidente se reflejó de un modo sobresaliente en las preguntas que le hizo el redactor del digital de Pedro J. Ramírez, al insistir en que como los argumentos ya los había referido "hasta la saciedad", solo le quería un sí o un no, en relación a la petición de rescate europeo para España, y sobre si iban a hacer públicos los informes justificativos para no permitir a Fase 1 a las provincias.
Sánchez, claro, no formularía así la pregunta.
Más allá de la oportuna decisión de mantener a Madrid en la Fase 0, lo que el presidente no contesta es por qué el informe en cuestión llega al Gobierno de la Comunidad 17 horas después de anunciarse su sentido, y por qué aparece filtrado antes en un medio de comunicación, en concreto El País, y la primera en lanzar la pregunta es precisamente una periodista de la Cadena Ser, del mismo grupo editorial.
Sánchez, claro, no formularía así la pregunta.
Desde Televisión Española le piden que concrete algo asombrosamente simple, porque ha dicho que pedirá la prórroga del Estado de Alarma para “aproximadamente un mes”, y el presidente no es capaz de contestar cuanto es “aproximadamente un mes”. Tendremos que esperar para saber si son 20 días, o 25, o 27 y tres cuartos.
Sánchez, claro, no formularía así la pregunta.
Y tampoco tiene nada que decir cuando le solicitan valorar la afirmación de su ministro de Consumo, Alberto Garzón (UP), de que el turismo en España “es precario, estacional y con bajo valor añadido”, a pesar de que supone el 13% del Producto Interior Bruto (PIB) y genera el 12% del total del empleo en nuestro país. Dice Sánchez que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya se ha pronunciado al respecto, aunque se ha limitado a destacar la importancia económica del sector, sin negar ninguna de las tres calificaciones de Garzón, pero tampoco avanzar que el Gobierno vaya a hacer algo contra ellas.
Sánchez, claro, no formularía así la pregunta.
También se interesan los medios a cerca de los contactos que haya podido tener con otros grupos parlamentarios para lograr apoyos para la renovación del Estado de Alarma, y ahí el presidente sí responde. Responde que PP, Vox y otros ya han dicho que no “antes de conocer la propuesta”, pero es que precisamente se trata de eso, de que él les convenza de que deben votar que sí, eso es el diálogo, porque hasta ahora había habido entreguismo, diciendo sí a lo que llevaba el PSOE y UP al Congreso, propuestas que o se habían anunciado antes en los medios, o se presentaban directamente en la sesión parlamentaria, exigiendo el respaldo incondicional.
No, con sus socios no tan habituales como ERC, pues tampoco parece haber hablado aún nada, pero claro, Sánchez habría formulado la pregunta de otra manera.