El Partido Popular votó en las dos últimas ocasiones no a la renovación del Estado de Alarma, y se abstuvo en la anterior, y en defensa de los argumentos de su presidente, Pablo Casado, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pedía a principios de mayo que antes de que concluyera el mes se levantara el decreto.
Hemos superado el ecuador de junio, y enfilamos el último fin de semana de la tercera fase, para alcanza la llamada “nueva normalidad” el lunes, y a todo esto, no hemos visto a Moreno hacer uso de la potestad que se recogía en la ampliación en el sentido de que los gobiernos autonómicos podrían gestionar ese final, hasta el punto de adelantar la conclusión del Estado de Alarma.
Pero no, el Gobierno andaluz no ha hecho nada al respecto.
El Gobierno catalán, cuyo presidente, Quim Torra, forma parte de un partido que reiteradamente ha votado contra el Estado de Alarma, usará esa potestad para dar por concluida la Fase 3 este jueves, con una incidencia acumulada de 17,72. El lehendakari Íñigo Urkullu hace lo mismo con una incidencia de 5,8 en el País Vasco, y Miguel Ángel Revilla sigue la misma senda con una incidencia del 3,79 en Cantabria, y Alberto Núñez Feijoo sacó a Galicia el pasado lunes, en cuanto pudo, con una incidencia del 0,89.
En Andalucía tenemos una incidencia amulada del 1,08, la menor de todas las mencionadas con la excepción gallega, y tenemos menos de 800 personas en la UCI, mientras Cataluña se acerca a los 3.000, y País Vasco tiene casi 600 a pesar de su escasa población y con rebrotes de los contagios…
Si absurdo era mantener el Estado de Alarma con la excusa de controlar al movilidad, cuando de facto la estás permitiendo, y además estás demostrando por la vía de los hechos que era posible no mantener a todo el país bajo el Decreto porque se autoriza a que cada comunidad haga lo que estime oportuno, lo que no es menos sorprendente es que hayas defendido hace mes y medio acabar con esta situación de modo inmediato, y cuando la decisión depende de ti, no hagas nada.
Es verdad que estamos unos días de acabar con este lío de las fases, pero no se trata de eso, sino de la coherencia política, aunque quizá ambos términos sean yuxtapuestos, como desgraciadamente estamos acostumbrados a ver, pero habitualmente se produce entre las consideraciones que unos hacen cuando les afecta algo a ellos o su partido, y cuando pasa con el de enfrente. No es el caso.
Desconocemos a estas alturas porqué Andalucía no hizo como Galicia, y salió del Estado de Alarma el pasado lunes, aunque eso no significara acabar con ciertas medidas que ya se han impuesto como “normales” en nuestra vida, como son las mascarillas o el aforo más limitado de lo habitual en locales y transportes públicos.
Madrid, que ya sabemos cómo ha sufrido la pandemia, resulta que pasará de la Fase 2 a la “normalidad”, a la vez que Andalucía, cuando su incidencia acumulada es de 20,68. ¿Se acuerdan aquello de dos semanas en cada fase sin excepción? Pues otra más.
La nueva normalidad en Andalucía será estrenada “en los próximos días”, que es la coletilla con la que Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, y que luce más oscurantismo que la República Popular China en los datos de la pandemia, y que es lo que responde cuando se le pregunta por la fecha en que se sabrá cuantos muertos se han producido en España por COVID19.