AUGC lleva años solicitando un protocolo de protección ante la llegada de inmigración irregular a nuestras costas, sobre todo de pateras procedentes de Argelia. Ya en su momento existía el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas como la tuberculosis, etc. las que se han incrementado con la llegada del coronavirus.
Los pasados 20 y 21 de junio llegó a las playas de Almería una oleada de pateras y fueron recepcionados al menos 16 inmigrantes argelinos que fueron interceptados por varias patrullas de la Guardia Civil. Con posterioridad como puede ser un ejemplo, atendidos por Guardia Civil en Garrucha para la instrucción del correspondiente expediente y su traslado al puerto de Almería, para hacerse cargo de ellos Policía Nacional competente en materia de Extranjería.
Posteriormente, los días 27, 28 y 29 de junio, llegó a nuestras costas una segunda oleada de pateras, teniendo conocimiento por prensa de que al menos a dos inmigrantes se le ha realizado el test PCR con resultado positivo, sin información alguna sobre qué unidad procede a la custodia, traslado e instrucción de esos inmigrantes y de si a los compañeros se les realizan tests, ni desinfección de estas unidades. Lo que sí sabemos es que la Comandancia de Almería de Guardia Civil no dispone desde hace años de medico titular para una plantilla de 1.500 guardias civiles.
En un primer momento a pie de playa intervinieron varias patrullas de la Guardia Civil, que trasladaron a los inmigrantes al acuartelamiento de Garrucha, donde, ante la inexistencia de dependencias para inmigrantes, tuvieron que retenerlos entre e los calabozos y un almacén, permaneciendo en custodia varios agentes. Otros guardias civiles instruyeron el expediente, recogían a los inmigrantes para que firmaran los mismos en el interior y finalmente fueron trasladados al puerto de Almería.
Los guardias civiles intervinientes solamente pudieron utilizar guantes y mascarillas de protección ante la inexistencia de EPIS completos con monos desechables.
En primer lugar, desde AUGC reclamamos que los agentes que mantuvieron contacto con los inmigrantes con síntomas pasen inmediatamente a la situación de cuarentena domiciliaria a la espera de que se les realice la prueba de diagnóstico PCR.
En segundo lugar, que se proceda a la desinfección de la totalidad de las dependencias oficiales y zonas comunes (lavadero, patio, aparcamientos) del acuartelamiento de Almería cuya custodia de inmigrante con síntomas de covid-19, puesto que los inmigrantes tienen una alta movilidad por su interior.
En tercer lugar, que se proceda a la dotación de EPIS completos (monos desechables, guantes, mascarillas, gafas protectoras, etc.) en número suficiente para todos los agentes y vehículos en una cantidad suficiente para atender la oleada de inmigración irregular que ha comenzado vía Argelia y que a buen seguro continuara durante el verano.
En cuarto lugar, que se proceda a la construcción de unas dependencias específicas para inmigración irregular, donde se custodian y se le realizan los trámites administrativos acotando cualquier riesgo. Hasta su construcción que se designe una zona adecuada si fuese necesario a través de otro organismo.
Por último y en definitiva la adopción de un protocolo específico del COVID-19 ante la inmigración irregular que se cumpla obligatoriamente con los medios, vehículos, y dependencias necesarias. Y por supuesto en los casos sospechosos la adopción inmediata de cuarentena y pruebas PCR a todos los guardias civiles en contacto estrecho con los inmigrantes. Esta grave situación no solo afecta a la salud de los guardias civiles y de sus familias, sino a la de todos los ciudadanos que de un modo u otro podrían verse afectados