Cruz Roja en Almería ha atendido en lo que llevamos de 2020 a 5.400 personas mayores, quienes han sido y están siendo un grupo vulnerable durante la pandemia, pero no solo por la manera en la que les afecta el virus, sino también porque muchos de ellos viven solos.
La atención se ha realizado en el marco del Programa de Personas Mayores, una iniciativa creada con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estos, así como, la de sus familiares y cuidadores, y que se lleva a cabo en toda la provincia en las asambleas locales, ubicadas en varios municipios de Almería.
Estas personas son acompañadas por el voluntariado, que se encarga de visitarlos en sus casas, llevarlos al médico y acompañarlos en diferentes trámites y gestiones. Asimismo, también se trabaja con ellos el envejecimiento activo, a través de dos pilares fundamentales como el ejercicio físico y la actividad mental.
"Organizamos talleres de memoria y de estimulación cognitiva, manualidades, paseos saludables y excursiones al aire libre", ha contado María del Mar Moreno, responsable del programa de Mayores de Cruz Roja Almería.
Además, según ha indicado que durante el confinamiento no han dejado de funcionar ni un solo día, aunque sí han tenido que modificar su manera de actuar. "Hemos tenido que reinventarnos y adaptar nuestro trabajo y compromiso con los mayores a la nueva realidad", ha señalado Moreno.
Las personas mayores han sido las primeras en confinarse y las últimas en volver a salir. "En un primer momento, se encontraban muy solos y con muchísima ansiedad por no poder relacionarse como lo habían hecho hasta entonces. Para paliar esta situación durante el confinamiento, decidimos ofrecer asistencia telefónica y mecanismos de teletrabajo adaptados a los mayores", ha explicado la responsable del programa.
Además, el voluntariado les hizo entrega de kits con material de papelería, bandas elásticas y una guía de estimulación cognitiva y de ejercicio físico para que los mayores, acompañados telefónicamente por el voluntariado de Cruz Roja, pudiesen trabajar desde casa.
"Hemos intentado mantener sus mentes ocupadas, con un seguimiento telefónico constante", ha afirmado al tiempo que ha trasladado que, en el caso de la asistencia telefónica, eran dos las funciones principales. Por un lado, servía para acompañarles durante la realización de los talleres. Y por otro, se les informaba sobre conceptos esenciales para afrontar la crisis sanitaria desde diferentes aspectos como la higiene en el domicilio y cómo adoptar las medidas de seguridad correctas en cada fase.
"Hemos estado a su lado, orientándoles en la gestión de las emociones y diversos problemas que han surgido en esta situación de confinamiento", ha apuntado Moreno, quien ha aludido a que, para los más aventajados con la tecnología, esas llamadas eran sustituidas por mensajes difundidos a través de un grupo de WhatsApp. Y debido a la demanda de algunos mayores, también se han impartido sesiones de acompañamiento digital, en las que los voluntarios les enseñaban a usar la tecnología.
Alfredo Maggi, una de esas personas a las que Cruz Roja ayudó durante el estado de alarma, explica que él vive en Viator y su hija reside en Vera. El confinamiento lo pasó solo en su domicilio, y por eso, decidió pedir ayuda a la institución.
En varias ocasiones, Cruz Roja le proporcionó vales para canjear en supermercados e incluso, le llevaron la compra hasta la puerta de su casa. Pero, según ha declarado Maggi, "de Cruz Roja no solo he recibido alimentos, sino también apoyo humano".
De hecho, ha escrito una carta dirigida a Antonio Caldero, técnico del programa de Mayores, para mostrar su satisfacción por el apoyo recibido. "Son ángeles que cuando más necesitados estamos acuden con una sola consigna, ayudar a los que más sufren", recoge la misiva.
Esta opinión también la comparten María Jurado y su marido, un matrimonio que no tiene hijos, y según palabras de la mujer, "gracias a Cruz Roja no nos ha faltado nada". "Y en varias ocasiones, "los voluntarios me han acompañado a citas médicas", ha asegurado María.
José, tiene 81 años y es un empresario jubilado almeriense que siempre ha colaborado con Cruz Roja. Es socio y no se animó ha participar como usuario hasta febrero de este año. Justo un mes después se decretó el estado de alarma y el confinamiento. Él ha vivido en primera persona la labor que ha realizado la institución durante este periodo con las personas mayores. Dice que le parece maravilloso no sólo lo que él ha experimentado sino todo el esfuerzo de Cruz Roja por atender a todos los que lo han necesitado.
"Me siento muy agradecido porque no me han dejado solo. En el confinamiento Cruz Roja me ha ayudado mucho, me han llamado para saber como estaba y qué necesitaba. Como soy de alto riesgo no he podido salir apenas y me he entretenido con todas las actividades que me proponía Cruz Roja, desde fichas, gimnasia y hasta me he hecho cocinero haciendo las recetas del taller de cocina. Todo lo que hago lo anoto en una lista", ha contado.
En la actualidad y según ha detallado la responsable del programa, sí han reanudado los acompañamientos, mientras siguen en standby las actividades grupales porque queremos ser muy cautos con este colectivo tan vulnerable frente a la covid-19.
María del Mar Moreno ha trasladado les gustaría poder retomar estas prácticas grupales lo antes posible, "pero teniendo en cuenta el avance del virus, las recomendaciones de las autoridades que nos permitan hacerlo con todas las garantías y siempre respetando los tiempos de las personas mayores ya que muchas siguen teniendo miedo".
Aun así, ha concluido que en caso de una vuelta al confinamiento, "ya contamos con las herramientas, materiales, experiencia y los protocolos necesarios de teletrabajo para que las personas mayores sepan que nunca estarán solas, Cruz Roja estará siempre a su lado".