Gracias por los presupuestos, señorito

Los seguidores de la información que aún no hayan cedido a la comprensible tentación de apartarse del bucle de duelos y quebrantos en que hemos convertido el difuso concepto de “actualidad”, estarán acostumbrados al habitual vaivén opinativo que siempre suscita la presentación de un Presupuesto: unos que muy bien y otros que muy mal. Evitaré vergüenzas ajenas y no me detendré a considerar la fantasía de fanfarrias y encomios interpretada coralmente por los socialistas almerienses agrupados en torno a la barítona voz de Fernando Martínez, presentador oficial de las buenas nuevas. Yo no sé si los miembros -y miembras- de la escolanía progresista revisan luego lo que dicen o leen ante las cámaras y si una vez pasado el trance, en la soledad de sus casas, no sienten algún tipo de pudor retrospectivo por el papelón interpretado. Y es que hace falta tener mucha necesidad de mantener el cargo para asomarse a los medios a intentar convertir en mil albricias lo que no es más que una enumeración de cifras vacías de contenido. Sinceramente, lo que hemos visto hace unos días no ha sido la presentación de un presupuesto para una provincia, sino un pasaje de esa España profunda retratada por Delibes en “Los Santos Inocentes”, con los aparceros saliendo a celebrar que el señorito les regala un duro por la comunión de su hijo. Qué bueno es el señorito.
Y entre tanta agradecimiento y tanta alabanza, a los señores del PSOE se les pasó comentar (tampoco es que la prensa hiciera un ejercicio de acerada defensa de su propia hemeroteca para preguntarlo) el pequeño detalle que del AVE en 2023 estábamos pasando al AVE en 2026. Total, tres años más de nada. Pero conviene recordar que los mismos que presentaban el presupuesto y los mismos que desde el reclinatorio daban gracias al cielo por la histórica y extraordinaria noticia, eran exactamente los mismos que hace hasta hace unos días seguían manteniendo contra viento y marea que el gobierno de Pedro Mentiras y Pablo Moños iba a traer el AVE a Almería en 2023. Tres años más en una mañana y no pasa nada. Otra previsión corregida y no pasa nada. Otra trola más y no pasa nada.
Y al final, el único que llevaba razón ha sido el que más palos se ha llevado y más risas causó. Cuando el diputado socialista Indalecio Gutiérrez dijo en INTERALMERIA TV aquello de que no podía dar fechas para la llegada del AVE “porque el mundo está azotado por movimientos tectónicos,” nos reímos mucho, pero en el fondo llevaba razón. Y es que a veces, el analfabrutismo espontáneo es preferible -por honesto- a los coros y danzas de los aparatos políticos orquestados y coordinados para reírse de los almerienses, como hicieron la otra mañana desde el PSOE. Pero dejen de reír y tiemblen, porque de momento el AVE para Almería ya va para 2026. Y aquí no pasa nada, como en un cortijo en mitad del páramo.