Opinión

De sultana a fallera mayor

Jose Fernández | Martes 26 de enero de 2021

Susana Díaz, el simpecado progresista de la hermandad matriz del socialismo andaluz, anda estos días de comezón y tufillo cada vez que se levanta. Y no es que el ambiente le huela a pólvora; es que debe parecerle vivir sentada en una pirotecnia fallera la víspera de San José. Y como las pavas que escuchan una pandereta, se ha enderezado el plumaje y ha mandado a sus fieles a gluglutear por los atriles para hacer equipo y repatrir estopa. En teoría la estrategia va de zurrar a la Junta de PP y CS, pero más parece que la cosa sea levantar la voz en plan “Aquí estamos porque nunca nos hemos ido y ojo con nosotros, que somos muchos y muchas”, a ver si alguien se asusta en Madrid. Pero todo apunta a que Susana tiene las mismas posibilidades de seguir al frente del socialismo andaluz que Lopera de volver a presidir el Betis.
En Almería el fuego lo mantienen con disciplina artillera Rodrigo Sánchez Haro y José Luis Sánchez Teruel, que se están dedicando a hacer justo lo contrario que decían los socialistas que había que hacer en esta pandemia: no buscar réditos políticos y no meter palos en las ruedas, porque al final están haciendo todo eso que los propios socialistas engloban en esa idea-fuerza tan suya de “confrontar”. Y como van como dos por tres calles, se han lanzado a pedir medidas urgentísimas y muy necesarias para evitar una especie de apocalipsis pandémico al mismo tiempo que el pomposo y fatuo presidente socialista Sánchez venía a decir que la pandemia está dando sus últimos coletazos. ¿Se podrían aclarar de una vez? Tanto es así, que en un alarde de extraordinaria perspicacia, sacaron el fin de semana al Secretario de Organización del PSOE, Antonio Martínez, a exigir que bares y comercios de Almería cerrasen antes incluso de conocerse los datos de contagios, lo cual llenó de alegría y satisfacción a todos los hosteleros y comerciantes. Ya digo: unos genios.
Y como lo de Susana parece que está ya escrito (Su Sanchidad piensa de los que no le obedecen lo mismo que pensaba el general Sheridan de los indios: que el mejor indio era el indio muerto) admito tener mucha curiosidad por saber en qué momento van a decidir los susanistas más contumaces de Almería que ya ha llegado el momento de salir corriendo en auxilio del vencedor. Acuérdense de esto que digo, porque de aquí a no mucho vamos a ver algunos espectáculos que dejarán a Barnum & Baley a la altura de la trouppe de la cabra y la trompeta.