José Mateos Mariscal es un emigrante español en Alemania. Llegó hace siete años a aquel país escapando de la terrible situación económica que había en el nuestro país, donde tenía una pequeña empresa de un sector auxiliar a la construcción. Y las cosas no son como las pintaban.
José, que publica habitualmente artículos en nuestro periódico sobre su experiencia en aquellas tierras, cuenta en esta entrevista cómo es en realidad la vida de un emigrante, y no difiere mucho de la que en España tienen los inmigrantes. En su propia piel siente el racismo, la xenofobia, y la acusación de los alemanes de que los extranjeros les quitan el trabajo… lo mismo que aquí.
No solo eso, el relato de José nos permite hacer una comparativa en la que casi nunca caen quienes hablan del estupendo salario mínimo que tienen en Alemania, y es que dicho así, que un basurero municipal como él gane 3.000 euros al mes parece envidiable… pero no llega a fin de mes siendo cuatro de familia, y la carne o el pescado están a precios prohibitivos para ellos.
Un testimonio de la realidad del emigrante español, pero también de los inmigrantes en España.