Antonio Felipe Rubio | Jueves 08 de abril de 2021
La probabilística es una ciencia que deja cierto margen al azar. La probabilidad del impacto de un asteroide; la probabilidad de una erupción volcánica; la probabilidad de que te toque la Primitiva… todas estas probabilidades están contempladas, especialmente la última mencionada, siempre que compres el boleto. No obstante, prefiero alejarme del rigor científico para acogerme al aserto popular cuando a comportamientos humanos se refiere: “El que nace lechón, muere gorrino”.
La probabilidad de que un fascista de ultraizquierda se muestre como odiador y odioso anti demócrata es absolutamente previsible. El lechón, instruido por gorrinos bien cebados a costa del comedero que le proporciona la democracia que denuestan, es el germen de una piara ideológicamente estabulada y presta a abrevar en la pileta rebosante de bilis antisistema.
Para los “progresistas” de este pelaje la democracia se impone por cojones. No admiten “provocaciones” cuando se erigen en chulos de barrio (Vallecas). Y criticarán que vengan hombres, mujeres y niños a golpear con sus crismas ladrillos que, por circunstancias desconocidas, describen movimientos parabólicos por sí mismos.
Unas hordas previamente alentadas por un partido que, no se lo pierdan, forma parte del Gobierno de España, han pretendido reventar el mitin de Vox como adelanto de lo que se puede esperar si, como todo indica, la extrema izquierda (PSOE, Más Madrid, Podemos…) puede perder las elecciones; y no me refiero sólo a las Autonómicas de Madrid, sino a cualquier plebiscito que legalmente sea convocado.
Una vez dije -no sin alguna reconvención- que iba a ser muy difícil y doloroso un democrático cambio de gobierno desde que los nuevos fascistas de la progresía se instalasen en el poder. Las trazas que se atisban en un gobierno que se asienta en el poder sea como sea, con quien sea y a costa de lo que sea es un precedente que obliga a utilizar los medios que justifiquen sus más abyectos fines.
Lamento que el nivel de confrontación, sembrado por Zapatero y cultivado por sucesivos iluminados ególatras, involucre y perjudique a una sociedad ya demasiado castigada por tanto desatino. Hemos apartado el interés por la política (soluciones, propuestas, diálogo…) por la instilación de confrontación, odio y revanchismo gerracivilista. Insisto, en el supuesto de un posible desalojo democrático, en las dolorosas dificultades que pueden surgir ante una debacle electoral de la extrema izquierda. No obstante, es urgente este desalojo por la vía del voto que no permita continuar con la agonía a la que están llevando a España. Sé que habrá una reaccionaria y violenta resistencia, pero en la vida ser mejores implica dolor y esfuerzo: se alumbra una nueva vida con dolor, se es campeón con mucho esfuerzo y se consiguen las metas con alta dedicación. Por el contrario, estos malditos llegaron como gente de pandero, de media de cordellate y zapato frailesco para servirse de la ignorancia bienintencionada del más indignado y precisado; pero, enseguida lo manipularon, lo movilizaron y, a su costa y con toda desvergüenza, se enriquecieron y se envilecieron como auténticos dictadorzuelos. Votaron a bríos contra el sistema, bramaron contra la casta y prometieron el asalto a los cielos. Por el contrario, dejan un escenario incendiado de odio y enfrentamiento que, si no lo remediamos a tiempo, dejará la tristemente estela del satánico comunismo disfrazado de un pervertido espejismo de falaz democracia.
No es aviso ni profecía. La violencia y el comportamiento antidemocrático ya escribió sus miserias con letras de libertad, progreso y democracia: URSS, República “Democrática” de Alemania, República “Popular Democrática” de Corea del Norte, República “Bolivariana” de Venezuela, República de Cuba... y no olviden que nazi es apócope de Nacional “Socialismo”. Es curioso, le llaman república a lo que es una sucesión cuasi monárquica de estirpe familiar al más puro estilo medieval. Ahora, la retrocesión democrática que entienden estos lechones excede del Medievo para instalarse en la caverna y la manada.
Ya no hay líder, hay macho Alfa. Ya no hay tolerancia, hay garrotazo… y Vallecas es el principio.