Opinión

Del INGSOC al SANCHOC

Jose Fernández | Miércoles 02 de junio de 2021
Sí, ya sé que leído así el titular parece un estribillo veraniego jacarandoso, a mitad de camino entre el Bimbó y el Kasachok de Georgie Dann, pero no va por ahí la cosa. Dejemos un momento la cultura chiringuitera para volver a la gastrofusión columnística que caracteriza la carta de este afamado establecimiento. Los más memoriosos recordarán que el INGSOC era el acrónimo de Socialismo Inglés, o el idioma ficticio que se hablaba en la novela “1984” de George Orwell, que tan aterradoramente está volviendo a poner de actualidad la banda de incapaces que lidera el embustero Sánchez. Pero además de un idioma, el INGSOC era el partido político que dirigía con puño de hierro el Estado, que contaba con un Ministerio de la Verdad encargado de escribir, reescribir y adaptar la historia según las necesidades del gobierno. Ejem, no sé si les suena.
A nivel de discurso, una de las características del INGSOC era la eliminación de cualquier contacto con la realidad decretando un relato -¿dónde he oído yo esto?- capaz de adaptarse a los intereses y objetivos del gobierno, aunque dicho relato supusiera una contradicción a lo expresado anteriormente por el propio gobierno. La herramienta con la que procesar estas incongruencias sería la filosofía del doblepensar, que eliminaba de raíz el concepto de la mentira y que no contemplaba la posibilidad de crítica de los ciudadanos/súbditos. El gobierno posee la verdad y punto pelota. Insisto en que esto se parece a algo que conozco. Cualquier síntoma de rechazo u observación crítica se asumiría como una traición que podría pagarse hasta con la propia vida. Y yo no sé si esto que cuento les resulta vagamente familiar o si están ustedes mirando el calendario para sorprenderse de que en lugar de 1984 ponga 2021. En todo caso, y termino aquí con la chapa, el lema del INGSOC era “La guerra es paz, la libertad es esclavitud; la ignorancia es la fuerza”.
Si la comparación de la inquietante ficción con el luminoso presente les parece algo tabernaria, fascistoide, vengativa o revanchista, les recuerdo que el actual presidente del Gobierno actúa como un mentiroso compulsivo diagnosticado y que son numerosas sus mentiras e incumplimientos. Y esto, por desgracia, es algo que ya ni los más entregados palafreneros discuten. Pero cuando la enumeración de embustes incontestables aburre y cansa y sigue sin pasar nada, el problema deja de estar en el mentiroso para situarse sobre el que consiente semejante actitud.
Sánchez ha conseguido mejorar y actualizar la acongojante descripción del INGSOC para promover el advenimiento del SANCHOC, que es el neolenguaje del sanchismo progresista. Sé que hay material para hacer una tesis no copiada, pero me limitaré a destacar alguna cosa, que tengo ahora prisa. En SANCHOC, la ley es venganza. Los niños son niñes. El golpe de estado es un “conflicto territorial”. La subida de la luz se llama ahorro nocturno. La identidad falsa con la que se cuela a un tipo en nuestro país se llama “identidad diferente.” La denostada devolución en caliente se dice ahora “devolución inmediata.” La rapiña fiscal se llama ahora “equilibrio fiscal”. Y así hasta el infinito de la perífrasis. Y ya no sé quién está peor, si el trastornado que dirige o la coral que le sostiene.