Sí, el sexto también es un juego. No hace falta ponerse trascendente y abordar la complejidad de los comportamientos sexuales, tampoco hace falta realizar grandes estudios sobre el sexo durante el confinamiento o la pandemia, o adoptar una postura sesuda para hablar de sexo y procreación, o el sexo en las culturas prehistóricas, o el sexo durante el Sexenio Liberal… no, el sexo es ante todo un juego, una forma de divertirse… y muchas otras cosas también, pero si no es juego divertido, difícilmente los humanos nos animaríamos tanto a disfrutar de él, solos, o en compañía.
Una prueba de ello el sex shop de tocabananas, donde de un modo discreto y con mucho sentido del humor, hay a tu disposición un número –no diremos que infinito, pero sí que bastante grande- de juegos y complementos de todo tipo para pasarlo bien por módico precio (he hecho presumen de ser los más económicos).
Desde tu casa y ante el ordenador puedes repasar todo el catálogo, aunque para estas cosas es conveniente no estar solo si luego se va a compartir lo que se compre. Y claro que tienen juguetes, y aunque no vamos a entrar en detalles porque puedes verlos en su web, hay algunos tan originales como una ruleta, pero tienen un apartado de cosmética, otro de afrodisíacos (¿te animas a comprobar si realmente son efectivos?), de lencería, de BDSM…
Una vez tomada la decisión, el resto es muy sencillo porque el modo de pago está explicado de un modo muy claro, y por si te preocupa el modo de envío, has de saber que es totalmente seguro y discreto. Por si acaso, también atienden por teléfono, así que no tendrás ningún problema si deseas consultar algo, tanto sobre los productos, como sobre el pago o el envío. Todo está controlado.
Esto mismo podríamos habértelo contado con datos sobre el incremento de ventas en las sexshop on line de hasta un 180% en 2020 como consecuencia de la pandemia, o que también ese año el 80% de las personas que compraban en este tipo de establecimientos eran mujeres –una cifra récord, pero manteniendo la línea de mayor clientela femenina como es habitual- y que sus edades están entre los 20 y los 45 años, y que el precio medio de cada compra es de unos 70 euros.
Podríamos haber aportado datos sobre cómo se vive el sexo a partir de los 60 años, y cómo estos productos animan mucho a quienes han perdido un poco las ganas, pero sinceramente, creemos que es mejor no andarnos con rodeos y contarlo a las claras: el sexo es un juego, es divertido, y tiene la gran ventaja de que cada cual lo puede jugar como quiera y con quien quiera.
Venga, no le des más vueltas y decídete como en aquel viejo programa de la tele en el que el presentador decía “… a jugarrrr!!!”.