Una noche para disfrutar de otras sonoridades, de la guitarra flamenca, del compás, de una canónica malagueña con la cantaora Laura Fernández, que aportó el lado más jondo desde un papel que también vino a reivindicar la inclusión en los escenarios, a una rumba tamizada de jazz a cargo de Juanito Makandé, que ofrece más de hora y media de viaje por su música de autor repleta de matices. El ciclo de conciertos de Cooltural Go! vivió anoche una nueva velada dentro de su programación, organizada por Crash Music y el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, con dos nombres propios que llevaron aires más aflamencados a un cartel de por sí ya bastante heterogéneo.
Laura Fernández es una cantaora flamenca con discapacidad física. Acompañada del guitarrista Pablo Fernández, su hermano, nada le ha frenado para subirse a los escenarios. Habiendo crecido en un ambiente familiar apasionado por el arte, Laura siempre ha encontrado en la música su manera de expresarse. Para ella el flamenco es una forma de vida y un sentir especial hacia la música y así lo hizo sentir ayer con una tanda de palos que beben de la tradición más pulcra del cante flamenco.
Arrancó por una malagueña jonda que pronto derivó en la plasticidad melódica de unos abandolaos más livianos. Territorios dulces, como el que siempre evoca los aires de las alegrías de Cádiz, en lo que casi pareció ser un guiño al artista que le sucedería en el escenario, nacido en La Línea de la Concepción. Bien acompañada a las palmas, Laura también sacaría el lado bolero y tanguero con ‘Vuelvo Al Sur’, en una adaptación de la letra de Astor Piazzolla, para cerrar por tangos… de los del compás a cuatro por cuatro y raíz flamenca. Como manda la tradición de cualquier jarana flamenca, el cierre vino de la mano de un fin de fiesta por bulerías, algo que, más adelante, repetiría Juanito Makandé.
Nacido hace algo menos de cuarenta años en La Línea de la Concepción, Juanito Makandé lleva ya más años dedicados en cuerpo y alma a la música que ajeno a ella. El artista gaditano demostró una vez más las credenciales de ser un espíritu libre, bastante incatalogable, fresco en su interpretación vocal y ágil en su arrope musical, apoyado por una muy buena banda compuesta por Fran Cortés a la guitarra, inseparable compañero desde hace más de 15 años, Enrique Rodríguez en la trompeta, y sus dos más recientes incorporaciones, Josep Pou en el piano y Toni Cuenca en el contrabajo, que han reforzado el lado más jazz que ya de por sí atesoraba su música.
Precisamente, inició su actuación con unos tanguillos de Cádiz versión instrumental pero con un profundo y marcado sentido jazzístico. Una declaración de intenciones de lo que iba la noche, que continuó en los mismos registros con ‘La Raíz del Viento’ o los influjos morunos de ‘Entre Mi Casa y La Luna’. Juanito Makandé compartiría durante la noche dos canciones inéditas, que irán incluidas en su nuevo álbum. “Lo hemos pasado complicado este año y ahora tenemos ganas de tocar y grabar mucha música. Ver cómo venís a disfrutar con nosotros es lo que nos llena el corazón”, diría. El primero de ellos fue ‘Cuaderno y Café’, más reposado, mientras que con ‘Arañando El Aire’ la noche se teñiría de ligero blues y mucho swing.
Tras la pautada y rítmica ‘Maldito Castigo’, el segundo tema inédito fue ‘Sevilla’, bella en los ligeros arpegios de piano y en su diálogo con el contrabajo, dedicada a la ciudad donde se fue al salir de La Línea con apenas 19 años. “Encontré a familia en la calle, como me ha pasado ahora con Josep y Toni en Mallorca, donde estoy viviendo ahora”, explicó.
Fue a partir de ‘Desiertos’, dedicada esta vez a su localidad natal, cuando Juanito Makandé se sentó encima de su cajón, germen y origen de su carrera musical, absoluto sello distintivo que calentó las manos entre oscilaciones de sutileza y piano forte. De nuevo con toda la banda en escena, fue un punto de inflexión en una escalada de alegría continuada para el resto de concierto.
Pulsión rítmica para el lucimiento de saxo y magnífico solo de piano en sones cubanos en ‘Dramática Se Abre’ antes de las hímnicas ‘Kamikaze’, ‘La Llave’ y ‘Vivir Sin Miedo’, entre rumbas, tangos y recordar que es bueno “mirar a las estrellas para comprender que somos un granito de arena”. Y, antes de los bises, volvería a sumergirse en el mundo de club jazz con ‘Los Ríos’ y de nuevo palmear con guasa en ‘Huele A Café’.
Pocas veces las canciones ‘extra’ están tan telegrafiadas como anoche, puesto que no faltaron los dos temas más esperados, ‘Cuando Te Empecé a Querer’, retitulada como ‘Qué Quieres De Mí’, interpretada con la garra necesaria, quizá la más pasional de la noche, para concluir con el canto a el que se ha convertido su mayor éxito popular, ‘Niña Voladora’. Y, finalmente, unas bulerías más apuntadas que puristas que cerraron la actuación de pie y a pie de escenario en una noche de lo más fresca.