El desarrollo de las clases en la nueva realidad de la pandemia por la Covid-19 trae consigo una serie de retos que obligan a desarrollar nuevas estrategias para poder cumplir con los objetivos académicos, y a la vez, minimizar los riesgos de eventuales contagios. Es una situación inédita en la historia de la humanidad, que solo se puede superar con creatividad y muchas ganas.
La educación en todos sus niveles es uno de los sectores más afectados con el desarrollo de la pandemia por la Covid-19, por cuanto la principal modalidad, que es la educación presencial, tuvo que ser drásticamente suspendida para evitar contagios en las aulas.
Por suerte, siempre surgen alternativas y soluciones que ayudan a solventar un poco los problemas y a avanzar exitosamente hacia la consecución de las metas, sin exponer a los estudiantes a posibles contagios de la enfermedad.
Son retos que se pueden superar satisfactoriamente gracias a las opciones y medidas que se están tomando para cumplir los objetivos y minimizar los riesgos de contagio, adaptando nuevos sistemas que seguro continuarán una vez finalizado este desagradable capítulo de la historia humana.
Ni la producción en las empresas, ni la educación en las escuelas podían pararse por más tiempo, y por eso han surgido nuevas soluciones que ayudan a ir retomando poco a poco la normalidad.
Con la aparición del Coronavirus y las consecuentes restricciones para las clases presenciales, surgieron efectivas alternativas que vinieron a suplirlas. Opciones que seguro quedarán como positivas experiencias que se seguirán aplicando en apoyo de las habituales actividades académicas:
Educación online: mucho antes de la pandemia, esta metodología de estudio ya existía en algunas instituciones educativas, que la asumían como actividad complementaria para sus programas de estudio. Pero con la cuarentena todo esto tomó mucha fuerza, hasta el punto que ahora es la modalidad más utilizada. Consiste en la formación virtual a distancia de los cursos y materias, todo por internet, sin la necesidad de acudir a aulas físicas y sin tan siquiera salir del hogar. Es una modalidad muy práctica y útil, precisamente en tiempos de confinamiento.
Clases presenciales controladas: consiste en la participación física de estudiantes en las aulas de clases, pero bajo rigurosas medidas de seguridad sanitaria.
Ya se están retomando las clases presenciales, pero con todas las precauciones del caso. El estudiante debe cuidarse en extremo para evitar contagiarse y las instituciones educativas deben tomar todas las medidas para proteger a sus profesores, participantes y personal en general.
Clases mixtas: esta modalidad implica la realización de clases presenciales con el apoyo de los sistemas online de aprendizaje. Está el modelo disruptivo, en el que el estudiante se forma a través de una plataforma de educación a distancia y solo hay encuentros esporádicos con el profesor para hacer las evaluaciones; y el semipresencial, que conserva la tradicional asistencia presencial algunos días, con el apoyo de internet en otros, para completar la formación.
Estos distintos modelos ya se implementan en las instituciones educativas, solo queda revisar las opiniones sobre empresas que los ejecutan para evaluar sus resultados.
Sea cual sea la modalidad impulsada para fortalecer la educación, se abren nuevas plazas de empleo para los trabajadores de la educación, quienes tienen la posibilidad de elegir entre la gran variedad de opciones que comienzan a mostrarse.
Las plazas en las instituciones de educación se incrementan al mismo ritmo que se flexibilizan las restricciones, por lo que hay mucho donde poder escoger.
Pero, por más variedad de opciones que haya, el trabajador siempre debe buscar opiniones sobre empresas para seleccionar el mejor ambiente de trabajo. Por suerte, eso ahora es fácil, gracias al apoyo que la plataforma web Gowork presta en ese sentido.
Esta empresa proporciona una extensa base de datos de distintas empresas de educación, que es de gran ayuda para conocer aspectos relevantes sobre ellas. Esta información la obtienen de los propios trabajadores, que publican sus opiniones en el portal para que todos tengan acceso a dichas opiniones.
Gracias a esos datos, se puede saber si una institución educativa paga bien, cumple con las normativas laborales, cómo trata a sus empleados, qué beneficios adicionales ofrece y demás aspectos esenciales que pueden ayudar a elegir un eventual espacio de trabajo.
También ayudan a las propias empresas educativas a formarse una buena imagen o a mejorarla, porque todo lo que se publica sobre ellos es reflejo de lo que son y de lo que deben corregir.