Lo más asombroso de la situación que este gobierno social-comunista está ocasionando en este país es que aún queda aún mastuerzo que duda que el objetivo final es Venezuela. Quizás no fuera el objetivo primigenio de Pedro I El Falso a su llegada a Moncloa, pero el tipo que más ferozmente está destruyendo nuestro sistema democrático desde que éste se implantó tardó muy poco tiempo en convencerse de que sólo caminando hacia el estado bolivariano podría mantener los apoyos de populistas de extrema izquierda, independentistas y filoterroristas.
El penúltimo capítulo, siempre penúltimo, ha sido la infame Ley del Alquiler, que Unidas Pirrakas le ha impuesto a ese Partido Socialista que parece más un grupo de gallinas violadas por los gallos que a un partido político serio, y que supone una serie de restricciones absolutamente totalitarias y de extremo comunismo para quienes tienen viviendas en alquiler.
Lo cachondo del caso es que los social comunistas intentan quitar hierro a este nuevo mordisco a nuestras libertades afirmando que es sólo para los ahora llamados grandes tenedores de vivienda, o sea, según ellos, a los que tienen más de diez en alquiler. Hay que insistir una vez más: comunismo extremo puro y duro, ataque a cualquiera que tenga un pequeño parque de viviendas para alquilar y efecto disuasorio para cualquier empresa externa que quiera invertir en este país o a cualquier emprendedor que busque hueco en ese sector.
Los que llevamos tres años pronosticando en #destinoVenezuela no podemos decir que lo veamos con satisfacción, a pesar de que cada día es más evidente que no hemos fallado en nuestras predicciones, puesto que la deriva totalitaria que este gobierno no se esfuerza lo más mínimo en disimular ni es, ni más ni menos, la constatación de que el ataque a la Constitución del 78, pero sobre todo a los derechos y libertades fundamentales, uno de los cuales es, sin duda, que cada cual pueda poner el precio que le venga en gana a sus propiedades, con el único riesgo de que el mercado las haga más o menos atractivos para posibles compradores.
Que el socialismo y el comunismo son dos ideologías claramente atentatorias y contrarias contra todo tipo de libertades es algo que, si es negado por alguien, sólo o puede ser por alguien con un desconocimiento galopante o con una caradura fuera de lo común, pero que en este país sigamos sin movilizarnos y ponernos de pie para detener este continuo atentado contra nuestras libertades es una pésima noticia para todos, pero en especial para nuestras generaciones futuras. Si hay duda de esto, pregúntese en Venezuela, en la Venezuela del “¡Exprópiese!”, hacia la cual, esta nueva ley es el paso más corto.