Opinión

¿Hasta cuándo vamos a aguantar los autónomos a este gobierno?

Víctor Hernandez Bru | Jueves 04 de noviembre de 2021
En este teatrillo público y notorio que el gobierno social comunista y sus miembros se han montado para terminar entendiéndose, no se sabe muy bien a través de qué vericuetos en cuanto a la derogación de la reforma laboral del año 2014, en lo que parece no haber habido ninguna discrepancia es en la intención de volver a meternos la mano en el bolsillo a los contribuyentes y, especialmente, a ese saco de boxeo en que nos hemos convertido los autónomos.

Da vergüenza escuchar, siempre da vergüenza escucharla en realidad, a la ministra NI-NI, la hija del capo sindical de la Galicia profunda Suso Díaz, equiparar trabajadores con asalariados y hablar de empleo de calidad como excusa para seguir atentando contra la herramienta que más empleo ha creado en este país en el último cuarto de siglo, la reseñada reforma laboral, pero sobre todo da muchísima vergüenza y seguramente algo más de asco comprobar la caradura con la que justifica que, de nuevo, los autónomos vamos a tener que pagar más, sin duda alguna, por ganar menos.

Ambos términos, empleo de calidad e incremento de gastos impositivos en el caso del autónomo, unidos, dan como resultado una realidad que está a medio camino entre la tomadura de pelo y el robo a mano armada a los grandes creadores de valor y empleo de este país.

Uno siente la tentación de preguntar a la ministra cuál es la calidad del empleo de los autónomos, de esos señores que no disfrutan ni de la mitad de los derechos de los asalariados, que no pueden ponerse enfermos, que en muchas ocasiones pasan años sin disfrutar de un período de vacaciones, que trabajan cotidianamente jornadas de más de diez y doce horas sin saber si a final de mes habrá dinero para pagar sus sueldos.

Y sobre todo, uno siente la necesidad de preguntar a estos socialistas y comunistas que viven como reyes e insultan a quienes trabajan como lo que ellos consideran esclavos, cuál es el motivo por el que un autónomo debe someterse a todas esas condiciones y, sin embargo, ha de garantizar a sus empleados unas condiciones simplemente salidas de la mente chantajista y compradora de votos de la izquierda en general, desde los políticos hasta los sindicalistas.

Para estos señores, el empleo de calidad consiste en que si una empresa o un autónomo no puede pagar el sueldo mínimo a un trabajador y se ve obligada a despedirlo, éste cobrará unos ingresos que pagamos entre todos por no trabajar, cuando en realidad, por poco más, podría estar trabajando, evitándonos ese gasto común y público y produciendo y fortaleciendo a su propia empresa para evitar que ésta tenga que cerrar y perjudicar de esta forma a la economía de todos.

Ahora, la ministra-sindicalista se va a volver a salir con la suya de incrementar la presión impositiva a los autónomos, porque le debe parecer que somos todos millonarios, mientras ella sigue incrementando su patrimonio y muchos de aquellos a los que quiere seguir sangrando, se ven obligados a bajar las persianas de sus negocios.

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