El Almería ha puesto fin a una semana atípica en la que no hay competición de Liga por destinarse el fin de semana a los partidos de los octavos de final de la Copa del Rey. En estos casos en los que no se juega la semana se hace interminable, pero en el caso del Almería ha venido bien para ir recuperando jugadores lesionados y el estado físico de la plantilla, que estaba muy mermado por los contagios de covid.
Los rojiblancos han destinado gran parte del trabajo a potenciar la parte física en función de la forma de los jugadores, pero también han entrenado aspectos tácticos y otros aspectos para mejorar los argumentos futbolísticos porque el próximo miércoles, 19 de enero, el Almería va a recuperar el encuentro que tiene aplazado desde hace un mes que le servirá para ponerse al día en la competición. La visita a Lugo supone todo un reto con el fin de seguir manteniendo a raya a los rivales más directos en la lucha por el ascenso.
Recordemos, en este sentido, que el Real Valladolid y el Eibar están a tres puntos, que pueden ser seis si se ganara en el Anxo Carro, lo que supondría dar un golpe encima de la mesa, como de hecho así lo catalogaba Portillo en declaraciones la emisora oficial del club, UDA Radio.
La plantilla tiene descanso este domingo tras una intensa y exigente semana, y el lunes y el martes entrenará a puerta cerrada para ultimar su puesta a punto para la cita en tierras lucenses. El miércoles, día del partido, la expedición almeriense viajará en vuelo chárter a Lugo, vía La Coruña.