Pendientes de las evoluciones de Eguaras y Chumi, así como de las de Carriço, Lazo y Dyego Sousa
El Almería ha entrenado nada más llegar de Oviedo; ha sido una sesión de recuperación para los que más minutos tuvieron en el Carlos Tartiere y de mayor intensidad para los demás, pero la jornada también ha servido de reflexión y de conjura para reaccionar en el campeonato ahora que se espera que Rubi pueda comenzar a contar con más efectivos y la plantilla vaya volviendo a la normalidad.
De momento ya está Sadiq, que jugó la segunda parte en Oviedo después de su participación con Nigeria en la Copa África. Llegó a Almería la tarde del viernes para llevar a cabo un ligero entrenamiento y al día siguiente subirse al avión de la expedición rojiblanca. De cara al partido del viernes contra el Ibiza su situación será bien diferente.
El Almería descansa este lunes, y el martes reanuda el trabajo para preparar el que pretende sea ya su punto de inflexión; el próximo encuentro en casa ante los ibicencos. La semana servirá para ver la evolución de Eguaras y Chumi, por un lado, así como la de Carriço, Lazo y Dyego Sousa, por otro. Los dos primeros estuvieron en Oviedo, pero no jugaron; incluso el fichaje de este mercado de invierno se quedó en el hotel y no fue al partido al sufrir una bajada de tensión y mareos que obligaron a someterle a pruebas médicas en tierra asturianas. El central, por su parte, tenía molestias estomacales.
Carriço, Lazo y Dyego Sousa, por este orden, pueden comenzar a entrar en los entrenamientos con el grupo, y por lo tanto recibir el alta médica y pasar a estar disponibles después de varias semana, o de muchas, según los casos. Salen de lesiones musculares y hay que tener cautela. En cualquier caso el panorama se puede ir aclarando durante los próximos días.
Por el contrario Rubi no podrá contar seguro con Lucas Robertone, que el sábado, en Oviedo, vio la quita tarjeta amarilla de la temporada y tendrá que cumplir un partido de sanción.