Almería, por encima de la media andaluza en calidad de aguas de baño, tasas de reciclaje o generación eléctrica limpia. La región ha visto reconocidos como espacios naturales protegidos hasta un 20% de su territorio desde 1980 y los andaluces han visto incrementada la puntuación de gran parte de los indicadores 'verdes', signos de mejora inequívoca de su bienestar futuro.
Hoy 28F, podemos celebrar también que el futuro se presenta más verde esperanza, como las líneas de su bandera. Este es el resumen principal que se puede extraer del informe Andalucía y Provincias... ¿Cómo hemos cambiado?, elaborado por el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía en lo relativo a la protección del Medio Ambiente.
Doñana marcó en 1969 el camino de una larga lista de espacios naturales protegidos que hoy engalanan el territorio andaluz de norte a sur: desde el Parque Natural de la Sierra de Andújar hasta el Paraje Natural de Alborán, 1,8 millones de hectáreas reverdecen la grandeza de una tierra que ya cuenta con un 20,5% de su territorio reconocido y protegido ambientalmente.
La provincia de Almería cuenta con casi un 10% del total de los espacios protegidos andaluces, siendo su enseña más importante el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, que ocupa una extensión de 49,512 hectáreas.
El dato más esclarecedor de la provincia almeriense y en el que claramente está por encima de la media andaluza es en generación eléctrica con energías renovables: mientras que en el año 2000 la práctica totalidad de la energía era generada a partir del carbón (98,8%), en 2020 el 82,6% de los 1,476 Gwh generados se producían a partir de fuentes renovales -66,3% de eólica y 31,25% solar fotovoltaica-.
Siguiendo la línea de la protección del Medio Ambiente en el período analizado, cabe destacar otros tres indicadores de la provincia almeriense: es la que menos incendios forestales ha sufrido desde el año 1986 hasta 2021; lleva tres años consecutivos con todas sus aguas dentro de una calidad excelente para el baño y sus tasas de reciclaje y recogida selectiva de residuos han subido de media un 5,63% y un 5,1% respectivamente desde 2005.
Por contra, es una de las provincias andaluzas que mas gases de efecto invernadero emite debido a su alta actividad agrícola -más de 10 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2018- y está por debajo de la media andaluza en superficie dedicada a agricultura ecológica o en proporción de vehículos eléctricos, híbridos o bio con respecto a los de combustión
Más allá del reconocimiento y protección del acervo paisajístico y natural de nuestra autonomía, toca detenerse en ciertas cifras que animan a seguir trabajando en esta línea: la superficie dedicada a agricultura ecológica se ha incrementado en un 51% en los últimos 15 años, llegando a superar el millón de hectáreas en 2021; el 98,8% de las aguas litorales de baño tenían una calidad excelente en 2021, lo cual ha incrementado las playas con bandera azul desde 1993, y ya son 112 las que cuentan con este distintivo, etc.
No obstante, para algunos indicadores aún figura el 'necesita mejorar' en nuestra nota final: tasas de reciclaje y recogida selectiva de residuos -han subido de media un 4,4% y un 2,5% respectivamente en los últimos 15 años, muy lejos de los objetivos marcados por la UE- o emisiones de gases de efecto invernadero, que lejos de disminuir han subido casi un 23% desde 1990, situándose en el año 2019 en los 54 millones toneladas de CO2 equivalente.
También reseñable es el cambio en los usos de suelo que determina el informe de la Junta, pues de acuerdo a los años analizados -2005 a 2016- vemos un aumento de la superficie agrícola, artificial -principalmente construcciones- y de las zonas húmedas, en detrimento del uso forestal, aunque aún no son cifras alarmantes.