El cáncer sigue siendo uno de los grandes males de nuestro tiempo, y eso se debe a varias razones, entre las que se encuentra la diversidad de patologías que conocemos bajo ese único nombre, pero al mismo tiempo es una de las enfermedades sobre las que más se ha investigado y de la que continuamente conocemos avances científicos para prevenirla o curarla.
Hoy día sabemos que es posible adoptar ciertos hábitos de vida saludable que reducen las posibilidades de desarrollar un cáncer, también sabemos que con ciertos controles podemos detectarlo con tiempo suficiente como para librarnos de él o controlarlo, y también sabemos que los medios de lucha son cada vez más amplios y eficaces.
Un ejemplo de todo esto lo podemos ver en Clínica Checa, porque ofrece gran cantidad de información sobre todo ello, y ahora realizan consultas también por videollamada. En esos casos, sus primeras medidas son las siguientes:
Es fundamental que cuando a una persona se le detecta un cáncer sepa las distintas opciones que existen, desde el punto de vista clínico, para luchar contra él, y la protonterapia es una de ellas.
La clave de este método es resulta menos invasivo, es decir, que concentra de un modo más eficiente la radiación, por lo que la afectación al tejido sano se reduce muchísimo, y está especialmente indicada para pacientes que desarrollan los tumores en lugares de imposible o complicado acceso mediante cirugía.
En España existen una decena de equipos para efectuar estos tratamientos tras la donación de 280 millones de euros que hizo la Fundación Amancio Ortega, y con ellos, en lugar de usar rayos X, se emplean protones, porque tienen mayor capacidad de penetración, pero se detienen cuando llegan al tumor, por lo que cruzan todo el cuerpo, evitando así dañar zonas sanas.
Gracias a esta donación, este tratamiento ha llegado a la sanidad pública española, ya que se han distribuido uno en País Vasco, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana y Canarias, y dos en Andalucía y Comunidad de Madrid.
El tiempo de irradiación dura en cada sesión entre uno y tres minutos, pero el tiempo total suele rondar los 20 minutos. El motivo es precisamente la precisión de la máquina, ya que como tiene una posibilidad de giro de 360 grados, permite posicionar al paciente con exactitud total para que el rayo le llegue con definición total.
A continuación detallamos aquellas situaciones concretas para las que se aconseja la protonterapia: