Cabo de Gata es uno de los destinos más deseados por los amantes de la naturaleza y el mar. Sus playas y calas de arena fina y aguas cristalinas, rodeadas de acantilados y paisajes volcánicos, son un paraíso para el descanso y el disfrute. Sin embargo, acceder a algunas de ellas tiene un coste que no todos los visitantes están dispuestos a pagar.
Se trata del parking de pago que se ha instalado en varias playas del parque natural, como la de Monsul, la de los Genoveses o la del Playazo. El objetivo de esta medida es regular el acceso de vehículos y evitar la masificación y el deterioro ambiental de estos espacios protegidos.
Si quieres disfrutar de las playas naturales de Cabo de Gata en coche este verano, tendrás que pagar seis euros por el acceso. Así lo ha anunciado la Junta de Andalucía, que ha elevado el precio del servicio que regula la entrada a las zonas restringidas del Parque Natural desde el 17 de junio hasta el 24 de septiembre. El objetivo es preservar el valor ecológico y paisajístico de este enclave privilegiado del litoral mediterráneo, que soporta una gran presión de demanda en la época estival.
Este servicio de control de acceso va a ser concesionado a una empresa como todos los años, mediante un contrato también incluye el mantenimiento del entorno, la limpieza, la dotación de aseos y sombrajes, y la información medioambiental a los usuarios. Además, se limitará la actividad recreativa de piraguas, kayaks y similares artefactos sin motor a un máximo de cinco por grupo.
La tarifa final quedará determinada por la oferta del adjudicatario del servicio, que no podrá superar los seis euros por vehículo. Además, hay un límite de plazas que se suele cubrir pronto en los meses de verano, por lo que se recomienda llegar temprano o usar otras alternativas como el transporte público, la bicicleta o el senderismo.
Los usuarios del parking tienen derecho a usar unos servicios básicos como baños portátiles, duchas o contenedores de basura, pero no hay chiringuitos ni sombrillas en las playas. Tampoco hay vigilancia ni socorristas, por lo que se debe tener precaución con el estado del mar y el viento.
Eservicio de acceso a las playas naturales tendrá una duración de cien días, una semana menos que el año pasado, y se espera que ingrese unos 354.000 euros si se cobra seis euros por cada vehículo y se mantiene el nivel de demanda de otros años, con una media de 590 vehículos al día que rotan en un espacio que solo admite 399 vehículos aparcados a la vez.
La Junta de Andalucía tiene datos que muestran que el año pasado entraron cada día unos 517,5 vehículos a las playas protegidas, llegando a 624 vehículos al día en agosto, aunque el récord de rotación media diaria se dio en 2018, con 667,5 vehículos al día de media y hasta 800 vehículos al día solo en agosto.
El estudio afirma que la empresa que preste el servicio tendrá beneficios a partir del vehículo número 451, teniendo en cuenta unos costes totales de 223.259,85 euros y sin incluir el beneficio industrial del seis por ciento del total de costes.
La medida del parking de pago ha generado opiniones encontradas entre los visitantes. Algunos la ven como una forma de preservar el entorno natural y evitar la saturación turística, mientras que otros la consideran un abuso y una barrera económica para disfrutar de las playas.
Lo cierto es que Cabo de Gata ofrece muchas más opciones para los amantes del sol y el agua. Según Tripadvisor, algunas de las mejores cosas que hacer en este rincón almeriense son visitar la Cala de Enmedio, la Cala del Plomo, el pueblo de Agua Amarga o las minas de oro abandonadas de Rodalquilar. Además, se pueden practicar actividades como el buceo, el kayak o el senderismo por sus paisajes únicos.
Cabo de Gata es un destino que no deja indiferente a nadie. Sus playas son un tesoro natural que hay que cuidar y respetar. Y si hay que pagar por ello, quizás valga la pena.