Un hombre acusado de matar a su expareja con una piedra de hormigón en Roquetas de Mar en junio de 2021 ha negado ser el autor del crimen y ha dicho que esa noche estuvo en un salón de juegos y en la playa. El procesado, que se enfrenta a 28 años de cárcel, ha asegurado que no acosaba ni seguía a la víctima, de la que se había separado tras ser condenado por maltrato y quebrantamiento de orden de alejamiento.
El juicio, que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de Almería, ha comenzado este lunes con la declaración del acusado, que ha pedido disculpas al tribunal por hacerle perder el tiempo y ha solicitado tocar el arma homicida, una piedra de cinco kilos que se le ha mostrado al jurado. El hombre ha afirmado que le dolía que eso matara a su pareja y que siempre supo lo que hacía porque era su mujer.
La fiscalía y la acusación particular sostienen que el procesado actuó con ensañamiento y discriminación por razón de género y que aumentó intencionadamente el dolor de la víctima al golpearla repetidamente en el rostro hasta desfigurarla. La defensa, en cambio, alega que no hay pruebas contra él y que los testigos y los informes periciales se contradicen.
La víctima, Inmaculada Z.M.O., tenía 42 años y tres hijos mayores de edad cuando fue asesinada. Según las acusaciones, el procesado la sometió a un acoso continuo desde que salió de prisión en abril de 2021, generando altercados con sus compañeras de trabajo, siguiéndola a cualquier lugar y recriminándole que había entrado en prisión por su culpa. La noche del crimen, el hombre habría aprovechado la oscuridad para abordarla por sorpresa con una piedra oculta bajo una sudadera negra.