El titular se le achaca a la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, y no se puede estar más de acuerdo con ella. Sería un drama para miles de familias no tener agua en los grifos de nuestros hogares. Se ha vivido en estas semanas en algunos pueblos del Andarax algo parecido, y no por falta del necesario líquido, sino por los análisis de la Junta que certificaban que no era para consumo humano, que no debían asearse con ella, así como no hacer la colada, fregar la vajilla o limpiar los suelos de la casa. Y mientras, una cuba hacía que las vecinas, también los vecinos, con garrafas y cántaros nos recordaban lo que era bajar a la fuente del pueblo a recoger el agua necesaria para el vivir diario de la familia.
Claro que el drama sería no tener agua en los grifos de los hogares. Y cierto es. Pero lo mismo se podría decir si esas familias tienen problemas a la hora de pagar cada mes, o cada tres meses, el recibo de los señores de Aqualia.
Nos aseguran la alcaldesa y el presidente Moreno Bonillo de la Junta, que Almería es la primera ciudad de Andalucía que no va a tener problemas de suministro de agua, ocurra lo que ocurra en el futuro. Llueva o no llueva, llegue o no el cambio climático.
¡Alabados sean!
Los que tenemos cierta edad y nos acordamos de los bidones de cemento que teníamos en los terraos y cómo se llenaban durante la noche, nos sentimos felices de que los ciudadanos ya no tengan ese problema. Y, además, con agua buena, como nos sugerían los citados políticos.
¡Qué bonicos son!
Recuerdo cuando siendo alcalde Fernando Martínez a los grifos de las casas en Almería llegó agua de cierta calidad. Mejor indudablemente de la que hasta entonces había llegado a los grifos almerienses. La que nos anuncian ahora es desalada, mejor imposible, dicen los técnicos.
En medio de esta alegría:
¡Almería tendrá agua de calidad y para siempre!
Nos llevamos la sorpresa, en la voz de la señora alcaldesa, de que los recibos van a ver reflejados el nuevo costo del servicio. Más claro, que van a subir el agua. Tendremos agua de mejor calidad, y sin problemas en el abastecimiento. Somos la única ciudad de la comunidad que se permite el lujo, nos aseguran, que tiene solucionada la cuestión del agua para toda la vida.
Y esta noticia, y la calidad de esa agua que llega a los grifos, tiene un costo que tendrán que pagar los beneficiados ciudadanos. No nos ha avisado la señora Vázquez del aumento que vaya a tener el hectómetro que llegue a nuestros hogares, por lo que tampoco podemos poner aún el grito en el cielo. Estamos a la espera.
Cierto que sería un drama que el agua no llegara a los grifos, como ocurría antaño, volver al bidón de cemento en el terrao, o al olvidado cántaro no le gusta a nadie, claro que también sería un drama para muchas familias que tuvieran problemas a la hora de pagarla. Y no están los sueldos hoy día como para seguir pagando impuestos a mogollón, y tasas cada vez más elevadas a los servicios municipales.
Pero qué jeta tienen estos ediles del Pp, ahora nos anuncian que hay que subir el IBI para ajustar las cuentas del ayuntamiento. Ojo, que también nos quieren subir el recibo de la recogida de basura y limpieza viaria. Cuestiones que dejamos para otro día. Hoy no tenemos más espacio.