En un análisis detallado de las pensiones contributivas en la provincia de Almería hecho por este medio, se revela una marcada disparidad económica entre los municipios, donde la brecha entre las pensiones más altas y las más bajas es sorprendentemente amplia.
Llama la atención que entre los que tienen pensiones más elevadas no están aquellos municipios más pujantes en lo económico -quitando la capital- y así, ni El Ejido, ni Roquetas de Mar, ni tan siquiera Adra, o Níjar, están en los primeros puestos. Eso sí, los peor situados son los más pequeños.
Esto, probablemente, tiene que ver con la gran cantidad de autónomos que tiene la provincia, los cuales procuran pagar la cuota más reducida a la Seguridad Social, y de ahí, la menor pensión. Allí donde hay más funcionarios y empleados públicos, así como empresas más grandes, las pensiones son más elevadas.
Encabezando la lista se encuentra la capital, Almería, con una pensión media contributiva de 1.028,6 euros, casi el doble en comparación con el último de la lista. Le siguen Carboneras, Macael, y Huércal de Almería, con 991,8, 961,8, y 947,8 euros respectivamente. Esta tendencia ascendente abarca otros municipios como Castro de Filabres, Olula del Río, Benahadux, Alicún, Bayarque, y Garrucha, todos superando los 870 euros de media.
Esta diferencia económica pone de manifiesto la notable variabilidad en los ingresos de los pensionistas en la provincia, con Almería liderando el camino con una cifra destacada.
En el extremo opuesto de la escala se encuentran los municipios con las pensiones más bajas. Partaloa encabeza esta lista con una pensión media contributiva de 534,1 euros, seguido de cerca por Olula de Castro, Bédar, y Benizalón, con 545,3, 549,6, y 575,7 euros respectivamente. Esta tendencia a la baja se refleja también en municipios como Benitagla, Beires, Alboloduy, Ohanes, Almócita, y Chirivel, todos con pensiones que no alcanzan los 620 euros de media.
La disparidad económica entre los extremos de la provincia destaca las desafiantes condiciones económicas que enfrentan los pensionistas en ciertos municipios, poniendo de manifiesto la necesidad de una atención especial para abordar estas diferencias y garantizar una calidad de vida adecuada para todos los ciudadanos en su jubilación.