En el pleno del Ayuntamiento de Almería, se generó un encendido debate sobre la moción presentada por el PSOE, encabezada por Adriana Valverde, para mejorar los mercados de Plaza Pavía y Quemadero. Las declaraciones iniciales destacaron la utilización de financiación europea para proyectos similares en otros mercados de la ciudad, como Los Ángeles y Cabo de Gata.
Adriana Valverde, del grupo municipal socialista, instó a los demás grupos a respaldar las reivindicaciones de los vecinos y comerciantes de Plaza Pavía y Quemadero, señalando acciones exitosas en otros mercados financiadas con casi dos millones de euros.
La respuesta vino de Lorena Nieto, concejal de Empleo y Comercio, quien defendió la gestión del equipo de Gobierno. Afirmó que el mercado de Cabo de Gata recibió financiación para proyectos, incluyendo la posibilidad de extender el entoldado a otros mercados. Además, destacó la inversión de 159.999,55 euros en mejoras para el mercado de Plaza Pavía.
Sin embargo, la atención del debate se mantuvo lejos de la situación del Mercado Central, que, a pesar de su ubicación privilegiada y su remodelación en 2012, muestra signos de abandono por parte de la ciudadanía. En la actualidad hay al menos una decena de puestos cerrados de frutos y hortalizas, barras vacías de mercancía y una imagen triste que contrasta con la arquitectura de hierro del edificio del siglo XIX.
Basta pasar por allí cualquier mañana y escuchar a los ciudadanos, que expresan su descontento por la tristeza que presenta la Plaza del Mercado Central, subrayando la multiplicación de cierres de pequeños negocios y la falta de conexión con la ciudadanía a la hora de las compras. La propuesta de revitalizar el espacio con negocios gastronómicos, exitosa en otros mercados, fue mencionada como una posible solución para atraer a los consumidores.
En ese sentido hay que recordar las frecuentes actuaciones del Ayuntamiento de Almería en el lugar, con charlas sobre nutrición, talleres de cocina, presencia de cocineros de renombre, pero no parece que eso esté dando resultado.
El debate reflejó las tensiones entre los esfuerzos del Ayuntamiento por mejorar los mercados locales y la realidad del declive del Mercado Central, un desafío que requiere una atención inmediata para preservar este icónico edificio y fomentar la actividad comercial en la ciudad.