Almería

Increíble relato de una familia de EEUU haciendo nudismo en Almería

Ana Rodríguez | Martes 16 de enero de 2024
Cuenta sus experiencias en un blog con gran seguimiento en norteamérica y expone como cambió su mentalidad al hacer nudismo con su pareja y sus hijas

Kristina Candall, una educadora estadounidense radicada en Almería junto a su esposo e hijos, ha compartido su experiencia única sobre la percepción del nudismo en ambos lados del Atlántico. Su relato, publicado en el blog de la edición estadounidense de HuffPost, destaca las diferencias culturales y personales que enfrentó al sumergirse en la cultura española, donde la desnudez es más aceptada.

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"Javi me estaba mostrando otra de las joyas ocultas de su hogar andaluz, llevándome a través de montañas volcánicas y pueblos encalados a lo largo de la costa sur. Mientras pasábamos por antiguas ruinas cubiertas de olivos, me contó lo que sabía sobre la zona. Anteriormente hogar de la Dinastía Nasrida, el Imperio Romano e incluso poblaciones prehistóricas, recientemente había sido designado como parque natural para proteger la tierra del desarrollo excesivo impulsado por el turismo. La forma en que Javi describía las playas y calas sonaba tanto espectacular como sagrado." comienza la autora a narrar en su blog.

Detalla que "Después de un largo y accidentado viaje por un camino sin pavimentar, finalmente llegamos a la playa más impresionante que había visto. Mientras miraba, vi media milla de arena virgen, formaciones rocosas gigantes sobresaliendo del mar Mediterráneo cristalino y un castillo centenario, tan dorado como el suelo sobre el que se alzaba. Me di cuenta de que no había traído un bikini, pero antes de que me sintiera decepcionada, Javi me aseguró que donde íbamos, el calzado adecuado sería más importante que un traje de baño."

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Sigue contando que "Mientras nos dirigíamos a la orilla, la felicidad era palpable. Había niños construyendo castillos mientras sus padres se relajaban bajo sombrillas, amigas riendo juntas y amigos jugando a la pelota, lanzándose al agua tras lanzamientos fallidos. Luego, sin señales que indicaran que habíamos entrado en una zona diferente de la playa y sin una separación física real del resto de la multitud, nos encontramos con una pareja desnuda. Luego, a unos 20 metros y una gran formación rocosa después, otra pareja. Un poco más adelante, pasamos por padres con sus hijos, todos, independientemente de su género, también estaban en cueros".

"Mientras pasábamos por estos compañeros de playa, traté de ser respetuosa, manteniendo mis miradas en sus rostros y ofreciendo holas discretos, con la esperanza de preservar la integridad de su intimidad. También empecé a sentirme ligeramente envidiosa de ellos, especialmente de los niños e incluso de Javi, que había crecido expuesto a vistas tan desobjetivadoras y naturales del cuerpo humano. En comparación con ellos, sentía que me habían criado en una novela de Nathaniel Hawthorne, enseñada a avergonzarme y obligada a cubrirme" sigue diciendo.

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Candall, quien creció en una cultura estadounidense que tenía una perspectiva puritana sobre los cuerpos femeninos, confiesa haber enfrentado un choque cultural la primera vez que su esposo la llevó a una playa nudista en Almería. A pesar de haber leído sobre la liberación que podría experimentar al dejar que su cuerpo femenino viera la luz del día sin juicios, se encontró incómoda al enfrentarse a la realidad.

"Me creía progresista y feminista, pero la abrumadora perspectiva puritana sobre los cuerpos femeninos permeó todos los aspectos de mi vida estadounidense", compartió en su blog. Su educación la hizo creer que los cuerpos y la vestimenta femenina requerían reglas diferentes, y admitió haber sido acosada por su cuerpo durante su juventud.

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"Había leído sobre playas naturistas antes de mudarme a España y, en el papel, la idea de poder dejar que mis partes femeninas vieran la luz del día sin ser abucheadas, juzgadas o multadas era liberadora. Pero no estaba preparada para cómo me haría sentir estar en esa situación. Me creía progresista y, sin duda, feminista. Sin embargo, por mucho poder que quisiera sentirme, me inquietaba la idea de estar totalmente desnuda al aire libre frente a otras personas, incluso a este hombre con el que había tenido intimidad durante meses" relata.

A pesar de su incomodidad inicial, Candall señala que vivir en España le ha proporcionado una perspectiva diferente. Describió cómo la exposición al sol en topless es común y legalmente protegida, amamantar en público es normal y la censura en los medios es menos estricta en comparación con Estados Unidos.

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Tras quince años y dos hijos, Candall ha transformado su percepción y ahora comparte lecciones valiosas con sus hijas. Recientemente, ella y su esposo visitaron una playa nudista con sus dos hijas, proporcionando un ejemplo saludable de amor por sus cuerpos. Candall destaca la importancia de estas experiencias esporádicas para ayudar a sus hijas a desarrollar una relación positiva con sus propios cuerpos.

"Como era la primera vez que nuestras chicas nos veían desnudas, se sentían avergonzadas por nosotros y no estaban seguras de lo que significaba estar desnudas con extraños alrededor. Después de tener una reconfortante conversación, nuestras hijas entendieron por qué nos gustaba tomar el sol desnudas", concluyó Candall. Su historia destaca la importancia de la apertura cultural y la aceptación del cuerpo en la educación de sus hijos.

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