Opinión

La torrija de Yolanda Díaz

(Foto: malasombra).
Rafael M. Martos | Domingo 31 de marzo de 2024

En estas fechas de Semana Santa, es imposible no hablar de la torrija, ese dulce tan popular que nos endulza los días, y también muy calórico, como correspondía a unas fechas en las que se imponía el ayuno. Pero, ¿qué pasa cuando esa torrija no es un dulce, sino una metáfora de la situación política actual?

[publicidad:866]

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, parece tener una “torrija” en su cabeza. No me refiero a la deliciosa rebanada de pan empapada en leche y huevo, aromatizada con naranja o limón y canela, sino a la confusión y desorientación que parece tener en sus últimas propuestas.

Priorizar el empleo para los LGTBi, cerrar bares y restaurantes más temprano, y ahora introducir el debate de la legalización de la marihuana… ¿Son estas las soluciones a los problemas que enfrenta nuestro país? Parece que Díaz busca su minuto de gloria, porque está desaparecida mediáticamente.

[publicidad:866]

Cuando aparece, es porque su entronización como líder de Sumar contó con una participación ínfima, dejando en evidencia que ya no es lo que era, y que su decadencia es aún más rápida de lo que fue en Podemos. Sus socios dentro de Sumar la están dejando sola de cara a las elecciones europeas, cuando por si fuera poco, tendrá que enfrentarse directamente a Podemos, y hasta el PSOE se la está jugando, metiendo a su enemigo Pablo Iglesias en las tertulias de RTVE para darle un altavoz.

Parece que Díaz tiene una “torrija” que la tiene desorientada y confundida.


Noticias relacionadas