La Policía Nacional ha llevado a cabo una serie de arrestos en varias provincias españolas, resultando en la detención de quince individuos acusados de intercambiar y almacenar material de pornografía infantil en dispositivos electrónicos y servidores de internet en la nube.
La operación, denominada Aljafería, se ha desarrollado en diversas localidades, incluyendo Valladolid, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, Alicante, Ciudad Real, Las Palmas, Sevilla, Pontevedra, León, Almería, Vizcaya y Guipúzcoa. Entre los detenidos se encuentran dos hombres con antecedentes por delitos similares y otro que fue denunciado por presuntamente abusar sexualmente de su hija de nueve años.
La Dirección General de la Policía informó que la operación Aljafería comenzó cuando la Unidad Central de Ciberdelincuencia recibió información crucial sobre la explotación sexual de menores en internet. Esta información provenía de las autoridades estadounidenses, específicamente del Departamento de Seguridad Interior (DHS) y del Centro Nacional para Niños Desparecidos y Explotados (NCMEC).
El análisis de la información permitió a los agentes españoles identificar a quince individuos que presuntamente almacenaban pornografía infantil. Se centraron en los casos más graves y en aquellos en los que, a pesar de tener datos diferentes, pertenecían al mismo sospechoso.
El primer arresto tuvo lugar en León, donde un hombre almacenaba este tipo de contenido en su teléfono móvil y en la nube, e intercambiaba dicho material con otro ciudadano español que había conocido en el chat de una televisión local. Este rastro llevó a los investigadores hasta Alicante, donde localizaron a este segundo individuo, quien ya había sido detenido en 2018 por tráfico de pornografía infantil.
En la provincia de Alicante, los agentes también identificaron al titular de una cuenta de correo electrónico que contenía una gran cantidad de imágenes de explotación sexual de menores. Durante el registro de su domicilio, no solo se confirmó el delito al encontrar fotos y vídeos pornográficos en su teléfono y su ordenador, sino que también se descubrió que su hermano consumía este tipo de imágenes y participaba en chats dedicados a ello. Ambos fueron detenidos y puestos a disposición judicial.
En Las Palmas de Gran Canaria, otro de los investigados no ocultaba sus intenciones, ya que desde la cuenta virtual que utilizaba hacía referencias a imágenes de índole sexual de menores. En el momento de su arresto, la hija de su pareja denunció que el hombre había abusado de ella cuando tenía nueve años, sumándose así a la acusación de tenencia de pornografía infantil.
En Puertollano (Ciudad Real), se localizó a un individuo que tenía numerosos archivos pornográficos en su teléfono móvil y en diferentes nubes. En Pontevedra, al arrestado se le incautaron hasta 44 vídeos y cinco fotografías, descartando cualquier posibilidad de una conducta accidental.
El detenido en Sevilla tenía casi 800 fotos y 34 vídeos sexuales de menores descargados desde un portátil, mientras que el de Zaragoza estaba descargando este tipo de contenidos en el momento en que los agentes entraron en su domicilio.
En Tenerife, un detenido de nacionalidad italiana almacenaba el contenido en discos duros y tenía una decena de denuncias previas. Los dos últimos casos se registraron en Valladolid, uno de ellos involucrando a un hombre español de 20 años que golpeó en la cara a uno de los policías que le arrestaron y tuvo que ser inmovilizado por otros cuatro, sumándose a su delito de tenencia de pornografía infantil los de atentado y resistencia a los agentes de la autoridad.