Las oficinas de farmacia, los farmacéuticos y el personal técnico y auxiliar que desarrollan su labor en las mismas, merecen al menos, que se les respete por parte de las diversas administraciones públicas, se lo ha ganado con creces. El respeto de los ciudadanos lo tienen, pues se lo ganan a diario con su profesionalidad y cercanía, como reflejan todas las encuestas de valoración sobre las profesiones.
En Andalucía, la Consejera de Sanidad gestiona la mayor partida del mayor presupuesto histórico, 14.246 millones de euros, una cifra que supone un 3 % más de lo presupuestado para 2023, y un incremento del 44,7 % respecto a 2018, Este presupuesto representa el 7% del PIB andaluz y el 30,47% de todo el presupuesto de la Junta de Andalucía. Aun así y felicitándonos por el incremento, no es suficiente, pues para estar equiparados al resto de comunidades autónomas, el presupuesto necesario sería de 17.000 millones ,pues el gasto medio por habitante en Andalucía, pese a crecer en 69,46 euros, hasta los 1.674 euros, es aún inferior a la media nacional, que crece en 90,74 euros, hasta los 1.906,29 euros.
Pues bien el presupuesto para el consumo de medicamentos por parte de la Junta ha bajado de 2,4000 M, a 2,300 M, cien millones menos que el año pasado, inconcebible, sube el presupuesto en sanidad y baja el capítulo de farmacia, no se puede entender a no ser que hubiera prevista una medida de recorte, como finalmente hemos conocido. Cuando reclamo respeto para las farmacias, en parte me refiero a esto, pues las administraciones públicas ven a las oficinas de farmacia como unos cajeros automáticos, donde recurrir, cuando se quedan sin liquidez.
La Consejería de Salud ha buscado la colaboración de las oficinas de farmacia, pero no de la forma que debería plantear esta colaboración, lamentablemente ha pensado en las oficinas de farmacia para esquilmar su rendimiento, una vez más, como viene sucediendo a lo largo de los años, con los gobiernos sucesivos. En la legislatura anterior no se renovaron las subastas impuestas por el gobierno anterior, conforme iban caducando. Recordamos que la subasta obligaba a las farmacias a dispensar a los pacientes, medicamentos genéricos de laboratorios concretos, según el descuento que estos laboratorios le daban a la Junta de Andalucía.
Ahora este gobierno de la Junta pretende descontar un 5% de las ventas totales de genéricos, a las oficinas de farmacia, aplicando una especie de clawback. Las respuestas de la Consejera de Sanidad a las preguntas respecto de este asunto, de la diputada María Ruiz de VOX en la sesión de control al gobierno del parlamento de Andalucía hace unas semanas, fueron insatisfactorias y difusas.
Debemos recordar que las oficinas de farmacia ya están sufriendo dos decretos nacionales de descuento en la facturación, estos suponen una perdida de un 10% sobre su facturación y ahora sumamos esta adenda al convenio andaluz con las oficinas de farmacia, otra perdida del 5%. Y solo en Andalucía por supuesto, en el resto de comunidades autónomas ni se ha planteado, como siempre las farmacias de Andalucía, pagamos la fiesta de las decisiones políticas erróneas. Me pueden responder a esta pregunta, ¿Qué sector sufre unas deducciones de su facturación por decreto?, aplican una reducción a los ingresos de la oficina de farmacia, antes de los impuestos que por supuesto pagamos como cualquier ciudadano. Es una doble imposición en toda regla, inaceptable desde cualquier posicionamiento liberal, es una confiscación discriminatoria.
Es procedente recordar que el gasto farmacéutico en Oficina de Farmacia solo ha crecido en España un 8% en los últimos 15 años, en ese mismo periodo el gasto farmacéutico hospitalario ha aumentado el 130%, datos que evidencian cuando hay gestión privada con recursos propios y gestión pública con fondos públicos.
Los farmacéuticos siempre han mostrado su predisposición a colaborar con la administración y en mi opinión deben ser aún más protagonistas en el marco de la atención primaria, como ya lo vienen haciendo en algunas campañas sanitarias, pero no se les puede asfixiar económicamente pues esos servicios que prestan se verían afectados en su calidad. Las oficinas de farmacia, están presentes en todas las localidades de Andalucía y están dirigidas por graduados en farmacia, que son los verdaderos especialistas en el medicamento, la Junta de Andalucía debería aprovechar mejor esta infraestructura impagable.
Se puede elegir sin duda, los gobiernos pueden tomar medidas intervencionistas y anacrónicas o medidas modernas y liberales. Un verdadero gobierno liberal como es el de Reino Unido liderado por el primer ministro Rishi Sunak, ha anunciado una medida dentro del Plan de recuperación de atención primaria, pues tienen también un grave problema de listas de espera, denominado Pharmacy First, programa que abre la puerta a la prescripción farmacéutica, los pacientes puedan obtener medicamentos recetados directamente de una farmacia, sin una cita con el médico de cabecera, en patologías concretas y perfectamente protocolizadas, se trata de modernizar la forma en que funciona la atención primaria para satisfacer la demanda de los pacientes y ayudar a reducir las listas de espera del NHS. Con este plan esperan liberar cerca de 15 millones de citas con el médico de cabecera durante los próximos dos años.
También deberían plantearse apostar por las MedTech, en 2023, la FDA aprobó más tecnologías médicas novedosas que en ningún otro año de su historia, basados en inteligencia artificial y aprendizaje automático. La miniaturización y la mejora de la visualización, así como la neuromodulación y robótica, que siguieron creciendo de manera constante.
Estas medidas y otras e esta linea, sí ayudan al SNS a gestionar la escasez de personal y mejorar la economía de la salud mediante la reducción de los reingresos y las estancias hospitalarias más cortas.
Quizás la Junta de Andalucía debería auditar las medidas que se están tomando en la Consejería de Sanidad y evaluar si son las adecuadas, debería plantearse si existe definición del modelo, si se ha establecido una estrategia de hacia donde queremos llevar la Sanidad, hacia un modelo moderno basado en la prevención o hacia un modelo anticuado y acomplejado. Hay que abandonar el cortoplacismo y dejar de actuar en función de los datos y anticiparse, definiendo un modelo claro preventivo en atención primaria, involucrando a todos los recursos sanitarios públicos y privados de nuestra comunidad autónoma, con claridad y sin complejos. Mayor colaboración de las oficinas de farmacia y sobre todo RESPETO.