La vista oral contra 28 activistas de Greenpeace ha comenzado este viernes en el Juzgado de lo Penal número 3 de Almería, acusados de pintar la fachada del hotel construido por Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras, con la leyenda 'Hotel Ilegal'. Los acusados se enfrentan a penas individuales de un año de prisión.
Siete de los acusados no declararán durante esta sesión después de que el tribunal les haya otorgado una ausencia justificada por distintos motivos esgrimidos por los investigados.
Los abogados de Greenpeace, José Manuel Marrueco y Juan Domingo Valderrama, han subrayado que creen "firmemente" en la inocencia de sus clientes, toda vez que han sostenido que no iban a participar en un "proceso paralelo".
"Cuando salga la sentencia lo diremos y espero que tenga que ser como tiene que ser, absolutoria", ha dicho Marrueco, que ha recordado que el hotel de Azata del Sol está paralizado desde 2006 por orden judicial. "No sabemos por qué existiendo 14 sentencias del Tribunal Supremo, todavía sigue a pie", ha incidido.
El coordinador en Andalucía de Greenpeace, Luis Berraquero, ha lamentado que estas 28 personas se tengan que enfrentar a un juicio "después de pasar 10 años de pena de banquillo".
"Cuando hicimos esa acción, el hotel llevaba paralizado 8 años. Azata del Sol, a pesar de que el Ministerio Fiscal no veía indicios de delito, ha seguido adelante. El hotel ya estaba en ruina y ahora nos llevan a juicio por un delito de daños. Nos parece el mundo al revés que hoy haya aquí 28 activistas que están exponiéndose a una pena de cárcel, cuando es la empresa la que lleva 18 años mareando la perdiz", ha abundado.
Berraquero ha destacado las "numerosísimas sentencias" que acreditan que el hotel no debió construirse, y ha señalado que tras mantener días atrás una reunión con el consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández-Pacheco, este mismo viernes tratará con el alcalde de Carboneras, Salvador Hernández, para preguntarle sobre sus planes "respecto a lo que exige el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que es que anule la licencia de obra y cambie el PGOU de Carboneras".
Pide también a la Junta de Andalucía que "empiece a dar pasos" y ejerza el derecho de retracto sobre el hotel.
La acción de los activistas de Greenpeace se produjo en 2014, cuando pintaron la fachada del hotel con un enorme punto negro, señalando que se trataba de un hotel ilegal, situado a 14 metros del mar y dentro de una zona de especial protección del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Azata reclama por el delito de daños veinticuatro meses de multa, a razón de una cuota de 6 euros diarios, un total de 1.080 euros por persona y 30.240 euros entre los 28 activistas. Por el delito de desobediencia, demanda la pena de prisión de un año a cada acusado y en concepto de responsabilidad para satisfacer entre todos los acusados, solicita 186.703 euros por los desperfectos causados en el hotel.