Opinión

Un turismo de tergiversación histórica con las supuestas juderías almerienses

Sociedad Española de Estudios Árabes (SEEA) | Jueves 06 de junio de 2024

Desde la Sociedad Española de Estudios Árabes, la Fundación Ibn Tufayl y las asociaciones de Amigos de la Alcazaba y Amigos del Museo de Almería estamos pidiendo entrevistarnos con la Sra. Alcaldesa de Almería, Dña. María del Mar Vázquez, para tratar el tema de la señalización de las supuestas juderías almerienses. Reiteramos desde aquí la solicitud, ahora públicamente, dado que aún no se nos ha dado fecha, mientras que las señalizaciones de la ubicación de las presuntas juderías tratan de dar carta de naturaleza a lo que en realidad es una falsedad histórica.

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Tras varias entrevistas con el concejal de turismo, D. Joaquín Pérez de la Blanca Pradas, nos dejaron consultar, que no facilitar copia como habíamos pedido, los informes que a posteriori se han redactado sobre el tema. En esos informes se reconoce que “son escasos los estudios y vestigios que tenemos de los judíos de Almería y después de su expulsión en junio de 1492” y que esos informes se basan “en todo momento en las pocas fuentes documentales existentes al respecto”. Se les olvida decir que contrastan con las abundantes noticias en las fuentes árabes que desmienten las ubicaciones de esas supuestas juderías.

Como objetivo primordial los informes destacan “el turístico-cultural de la señalítica del asentamiento del pueblo judío” y ello “para que el almeriense y el visitante tengan constancia de la presencia judía en Almería”. Quieren ampliar lo ya hecho con totems y QRs para informar de las costumbres del pueblo judío y promocionar así el turismo cultural de Almería. No se explican las causas de la fijación en promocionar la información sobre el pueblo judío, sobre todo porque reconocen que los asentamientos cristianos y judíos “no serían demasiado representativos ante la inexistencia de vestigios arqueológicos” y, sobre todo, ante el esplendor al que llevaron los almerienses musulmanes a esta ciudad que había sido fundada por ellos a mediados del siglo X.

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Resulta inaudito que en los informes se diga que la colocación de las placas de las juderías “es para despertar interés en investigadores que, a buen seguro, investigarán y sacarán a la luz más datos sobre la población judía en Almería y de esta forma el Turismo Cultural de Almería seguirá promocionándose”.

El despropósito es tal que una de las placas se ha ubicado en la intersección entre la calle Tiendas y la calle Jovellanos, exactamente donde estuvo situada una mezquita musulmana que después fue convertida en la ermita de San Gabriel, siguiendo la costumbre de convertir los espacios de culto no cristianos en edificios de la religión que terminó por imponerse. Nunca fue un espacio judío. Y ¿qué decir de las placas situadas junto a donde estuvo la Puerta de Pechina, el principal acceso de la Almería islámica, y la ubicada junto a la Iglesia de San Roque que fue una rábita musulmana? Esto sí que está bien documentado, a diferencia de las supuestas juderías.

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No se entiende la tozudez por parte de las autoridades de nuestro consistorio en mantener esas placas que tratan de crear una realidad histórica que no existió y difundirla y más con el proselistimo que se hace de símbolos judíos. ¿Qué harían nuestras autoridades si ahora vinieran las comunidades islámicas y pidiesen que se señalizaran con símbolos musulmanes los múltiples espacios de esta confesión religiosa que están bien documentados? ¿Aceptarían que, a estas alturas, se hiciera proselitismo religioso financiado con fondos públicos?

Esperamos que la Sra. Alcaldesa no demore por más tiempo la entrevista que trata de arreglar el desaguisado creado con la colocación de las polémicas placas de las supuestas juderías.


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