Capital

Lo que no se dijo sobre la tauromaquia en el pleno de Almería

PP y Vox aprobaron una moción en defensa de la tauromaquia y contra la eliminación del premio taurino del Ministerio de Cultura

Lunes 10 de junio de 2024

El Ayuntamiento de Almería ha aprobado este lunes, en sesión plenaria ordinaria, una moción del Grupo Municipal Popular, apoyada por VOX, con la abstención del Grupo Municipal Socialista y el voto en contra de Podemos-IU-LV, reconociendo el “valor estratégico, medioambiental, cultural, social y económico de la tauromaquia”. Entre los acuerdos de la moción se incluye reprobar la actuación llevada a cabo por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, instándole a no suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia “como elemento divulgador y de promoción de este arte”.

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Además de “apoyar programas y actividades taurinas para promocionar y divulgar su valor artístico y cultural, consolidando el compromiso del Ayuntamiento de Almería con el REMTA (Red de Municipios Taurinos de Andalucía”, la moción insta al Gobierno a modificar la Ley 18/2013, de 12 de noviembre para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, para incluir en ella el Premio Nacional de Tauromaquia y asegurar su continuidad en el tiempo.

Precisamente, esta Ley sirve de línea argumental a la moción elevada por el Grupo Municipal Popular, defendida por el concejal de Turismo, Comunicaciones y Promoción de la Ciudad, Joaquín Pérez de la Blanca, donde se reconoce que “la Tauromaquia forma parte del patrimonio histórico y cultural común de todos los españoles, en cuanto a actividad enraizada en nuestra historia y en nuestro acervo cultural común”, como se declara en el Preámbulo de la Ley.

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Pérez de la Blanca ha defendido la presentación de esta moción “motivada por la retirada del Premio Nacional de Tauromaquia por parte del Ministerio de Cultura” pretendiendo que la administración “defienda y facilite el acceso a esta disciplina artística y cultural y que la promueva tal y como merece y como así lo reconocen las distintas normas y preceptos”

En concreto, y a la hora de redactar la moción, este grupo plasmó directamente el contenido de la Ley 18/2013 de 12 de noviembre para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, porque entendemos que de un lado, es necesario fijar el marco y el escenario correcto para debatir, y, de otro, porque la misma hace alusión de forma expresa a la libertad y otros derechos fundamentales que entendemos que han sido conculcados.

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Ha explicado el edil popular que “un sinfín de actos y eventos de gran tradición y calado giran en torno a la figura del toro”, afición popular que conforma un “incuestionable patrimonio cultural inmaterial español compartido por otros países, como Portugal, Francia o Iberoamérica. Dimensión cultural a la que esta ley, por cierto, alude de forma expresa, y sobre a la que se han referido grandes hombres: Picasso, Dalí, Antonio Machado, Federico García Lorca, Francisco de Goya, Valle Inclán, Tierno Galván, Camilo Jose Cela y otros muchos más allá de nuestras fronteras (Hemingway, Vargas Llosa o Botero)”, ha enumerado Pérez de la Blanca, reconociendo además “la gran influencia que ha tenido y tiene el arte de la tauromaquia en distintas disciplinas plásticas, en la lengua, en la música, en la filosofía, en la literatura, cine y teatro”.

Defensa de la tauromaquia que comporta también, como así recoge la moción, una importancia “económica”, reconocía en su exposición el edil, ya que entre la estructura que forma la industria taurina se encuentran los profesionales directos “como toreros banderilleros, picadores y subalternos, ganaderos, empresarios de plazas de toros, público e instituciones entre otros muchos; a los que se le añaden veterinarios, fabricantes de material como banderillas, estoques, picas; o sastres y todo lo necesario para poner en marcha un festejo taurino. Además del impacto económico directo, la tauromaquia tiene una repercusión importante en servicios tales como el turismo, la hostelería, comercio, distribución y alimentación de la carne de toro, medios de comunicación, imprentas, etc...”

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Ahondando en el origen de esta moción, Pérez de la Blanca ha incidido en que “el ataque a la tauromaquia es un ataque más de la izquierda a la libertad. Una vez más, la izquierda se erige en pretendida guía moral de la sociedad, imponiendo unos principios, unos valores que, te gusten o no, tienes que asumir como correctos. Unos principios de los que no puedes apartar so pena de ser llamado fascista, casposo, maltratador y otras tantas lindezas, que escudadas en excusas varias, sueltan aquellos que se erigen como paladines de lo éticamente correcto”.

Recuerdan los populares también en la moción como este Premio Nacional de Tauromaquia se incluyó en el listado de Premios Nacionales de Cultura que en 2011 estableció el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. “Ahora desde la actitud de un extremista con antecedentes antitaurinos”, recordaba Pérez de la Blanca en alusión a Urtasun, “se suprime este premio con el respaldo de otro presidente socialista, Pedro Sánchez”, responsabilizando a éste de tal decisión “mostrando así una predisposición y un entendimiento distintos de esos a los que el pueblo español, libre y soberano, tuvo a bien someterse y aceptar el 6 de diciembre de 1978, erigiéndose la libertad en el primero de los postulados; libertad que consiste en que nadie me puede criticar por cómo pienso, por qué hago, qué leo o con qué manifestación artística me regocijo”.

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“Puede que no le gusten al señor ministro, al gobierno, la fiesta nacional. Pero debe luchar porque los que quieran ir puedan hacerlo. Porque no es el gobierno el educador del pueblo. El Gobierno es el garante de nuestros derechos. Y el primero es la libertad y la igualdad de los españoles. Hablamos pues de una guerra contra la libertad, la libertad de elegir lo que nos gusta y lo que no, la de disfrutar de eventos taurinos o no, porque no hay nada como respetar la libertad”, concluía Pérez de la Blanca.

LO QUE DICE LA OPOSICIÓN

El grupo municipal socialista, por boca de su portavoz Antonio Ruano, destacó que la tauromaquia es "más que una tarde de toros, es la ganadería brava, es la mejora de la dehesa, es la preservación del medio ambiente" y añadió que "la tauromaquia no está en cuestión, porque goza de protección legal en nuestro país desde hace décadas, desde 1914 hay indicios de la defensa de la tauromaquia".

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Ruano destacó que la eliminación del premio no suponía un ataque a la libertad, ni tampoco a la tauromaquia.

Bulos sobre la tauromaquia

La afirmación de que la fiesta de los toros es milenaria es incorrecta. La práctica actual de la tauromaquia, tiene su origen en la segunda mitad del siglo XVIII. Antes de esta época, no existen evidencias de que este tipo de espectáculos.
Tampoco la tauromaquia representa un sector económico de gran magnitud. Según la Mesa del Toro, y corroborado por datos del Ministerio de Cultura en 2013, el impacto de la tauromaquia en el Producto Interno Bruto (PIB) de España es mínimo, representando solo el 0,015 por mil del PIB estatal. Este sector se sostiene en gran medida gracias a las subvenciones y financiación pública. Sin este apoyo, su sostenibilidad sería altamente cuestionable.
El empleo generado es igualmente limitado. En 2019, el número de profesionales taurinos registrados oficialmente era de 9.993, de los cuales casi 1.000 tenían más de 65 años. Los datos actualizados hasta 2023 muestran una disminución, con solo 4.800 personas registradas con licencia vigente, y de estas, solo la mitad participó en al menos un espectáculo taurino en ese año.
En cuanto a los criadores de toros de lidia, en 2019 solo 290 de las 1.339 explotaciones existentes lograron vender algún animal para eventos taurinos, lo que representa un 21,65% del total. La mayoría de las ganaderías no comercializan toros para festejos, lo que subraya el escaso impacto económico del sector.
El argumento de que la tauromaquia es esencial para la conservación de la dehesa es igualmente infundado. Según la Fundación FAADA, la crianza de toros de lidia ocupa entre el 4,8% y el 9% de las dehesas, mientras que la patronal de criadores de toros de lidia sitúa esta cifra alrededor del 10%.
De 2017 a 2023, el número de festejos taurinos cayó un 56%, con las corridas de toros disminuyendo un 58%, pasando de 953 en 2017 a 403 en 2023. Esta tendencia indica que la afirmación de que la tauromaquia mantiene su popularidad es incorrecta.

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