Después de meses de lucha, el Gobierno municipal de Almería a ha dado luz verde para el suministro de agua desalada a los hogares en Castel del Rey y parte de la Chanca, poniendo fin a la dependencia de los tanques de agua.
La severa sequía que afectó a la provincia de Almería el año pasado provocó una contaminación natural por radioactividad del agua en los acuíferos del Poniente, lo que llevó a declarar que el agua no era apta para el consumo en diciembre. Sin embargo, gracias a las obras de emergencia realizadas en los últimos seis meses, los residentes de Castell del Rey y parte de la Chanca ahora pueden disfrutar de agua potable segura.
La construcción de una nueva tubería de 7 kilómetros desde el Cerro de San Cristóbal ha permitido suministrar agua desalinizada a más de 1,500 residentes, poniendo fin a la pesadilla del agua. La inversión en este proyecto ha superado los dos millones de euros.
El concejal Juanjo Segura del Ayuntamiento de Almería ha destacado la importancia de este proyecto, que ha proporcionado una solución a un problema que afectaba la salud y el bienestar de los residentes locales. "Estas imágenes no se repetirán", aseguró, refiriéndose a los tanques de agua que se utilizaban anteriormente.