Opinión

Panem et circenses: ahora la cabra

(Foto: malasombra).
Rafael Leopoldo Aguilera | Jueves 25 de julio de 2024

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Solo nos faltaba, con lo que está cayendo, no a nivel caluroso, sino político, para querer suprimir por imperativo legal de un real decreto ley la mascota que acompaña a la Legión española en determinados actos institucionales, la cabra. Ahora el problema de España es la cabra, no la que tira al monte, sino una cabra que vive a cuerpo de rey, como se suele decir en la vida corriente. El director de Derechos de los Animales se abre a prohibir que la cabra de la Legión desfile: «Es anacrónico». Y ahí está el desgobierno de la Nación, que no es capaz de aprobar la ley de presupuestos generales del Estado apoyando esta genial idea política, sin más fundamento, que de entretener al electorado con nimiedades.

Aquí vamos a tener que aplicar la ley del bienestar animal hasta en los más diminutos parásitos, bacterias, virus, hongos y demás derechos elevados a la máxima expresión del constitucionalismo español para decir, que con ello se reduce el estrés, la ansiedad y otro tipo de patologías animalistas, y con ello comenzamos una dialéctica en programas televisivos de tertulias para finalizar instando al Ministerio Público para que averigüe si la cabra está bien cuidada y alimentada, y recibe un trato igualitario con otros animales de su especie.

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Otra cortina de humo. Llevan ya unas cuantas para que no se hable de la presunta corrupción del gobierno, los Eres de Andalucía, la ley de amnistía, la financiación de las comunidades autónomas, la precariedad en la sanidad, la educación al borde del colapso, una deuda pública que nos tiene hipotecados y un sinfín de problemas geopolíticos de carácter nacional que cada vez son más gravosos para la sociedad civil española, la cual una parte mayoritaria asiste atónita a lo que nos está aconteciendo.

Por esta misma casuística animalista, los caballos tampoco podrán desfilar el día 12 de octubre ni en otras actividades culturales, incluso, cuando son utilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. ¡O la gran labor que realizan los perros! olfateando lugares de hechos luctuosos para recuperar a personas en dificultades. También les producirá un estrés apabullante.

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Lo mismo es que el gorrito que lleva la cabra, el chapiri, no le cubre toda la cabeza y eso le puede producir una insolación durante el trayecto a pie de calle. Y dice, que es anacrónico, y anacrónico es quien piense, que este hecho de tanto simbolismo pueda parecerle, a este alto funcionario de libre designación, un anacronismo. ¿A ver si lo que le molesta es la Legión y no la cabra? Porque en la política lunática no se dan puntás sin hilo, y el subconsciente nos juega malas pasadas.

En fin, no sé el por qué se tiene que meter con las tradiciones multiseculares de la sociedad española y fluirle en su racionalidad institucional, que la cabra puede sentirse maltratada y no otros animales, que no los voy a nombrar por respeto a las creencias y tradiciones. Incluso, sí la cabra en vez de desfilar con esta unidad militar, lo hiciera en otro tipo de expresiones libertarias seudoculturales, expresaría esta misma opinión. Seguro que no. Lo tacharían de retrógrado y tendría que ir buscando otra puerta giratoria.

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Lo que no puede ser, es que quien ejerce la gobernanza nacional y la gestión pública, sus cuitas personalísimas las quiera implementar bajo su criterio subjetivo y sesgado de la realidad. ¡Por favor, ya está bien de imponer una ideología irracional materialista en todos los ámbitos de la vida de las personas y de los animales domésticos o no! ¡Déjennos vivir en paz! En fin…panem et circenses.


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