El cine forma parte de la identidad de Almería. Desde los imponentes paisajes del desierto de Tabernas hasta la celebración anual del FICAL, el Festival Internacional de Cine de Almería, esta tierra ha sido escenario y cuna de innumerables historias. Por eso, cuando leo sobre las recientes fake news en torno al tráiler de 'Megalópolis', la nueva película de Francis Ford Coppola, no puedo evitar sentir una mezcla de decepción y preocupación.
'Megalópolis', que llegará a nuestros cines el próximo 27 de septiembre, se ha visto envuelta en una polémica que poco tiene que ver con su argumento o calidad cinematográfica. Lionsgate, la distribuidora de la película, lanzó un tráiler que incluía supuestas críticas negativas a las obras maestras de Coppola, como 'El Padrino', 'Apocalypse Now' o 'Drácula de Bram Stoker'. Pero, para sorpresa de muchos, esas críticas resultaron ser inventadas.
No es la primera vez que el cine se ve envuelto en controversias, pero en esta ocasión, la situación toca un tema que en la era digital se ha vuelto omnipresente: las fake news. Las citas falsas atribuidas a críticos de renombre como Pauline Kael, Roger Ebert o Vincent Canby, han generado un escándalo que va más allá del ámbito cinematográfico. Estas manipulaciones, descubiertas por el reportero Bilge Ebiri, nos hacen cuestionar la responsabilidad de quienes crean y distribuyen contenido, especialmente cuando se trata de figuras tan icónicas como Coppola.
Al enterarme de esto, no pude evitar pensar en las salas de cine de nuestra querida Almería, desde Torrecárdenas hasta Gran Plaza, donde el próximo septiembre muchos de nosotros nos sentaremos para ver 'Megalópolis'. Para nosotros, el cine no es solo entretenimiento; es un legado, una tradición que llevamos en el corazón. Y es precisamente por eso que esta situación me resulta tan dolorosa. En una tierra donde el cine es venerado, ver cómo se distorsiona la verdad para generar polémica o captar atención es un recordatorio amargo de los tiempos que vivimos.
La retirada del tráiler por parte de Lionsgate y su posterior disculpa son gestos necesarios, pero insuficientes. Este incidente debe servir como una llamada de atención para la industria cinematográfica, y para todos nosotros, sobre el peligro de la desinformación. Si bien se rumorea que estas citas falsas pudieron ser creadas utilizando inteligencia artificial, lo que más me preocupa es cómo hemos llegado a un punto en el que la verdad puede ser tan fácilmente manipulada.
En Almería, donde cada rincón puede contar una historia de cine, sabemos que el séptimo arte tiene el poder de inspirar, conmover y cambiar vidas. Pero también sabemos que el cine, como cualquier otra forma de comunicación, debe ser tratado con respeto y responsabilidad. Mientras esperamos el estreno de 'Megalópolis', mi esperanza es que este episodio nos recuerde la importancia de la integridad en todas las formas de arte.
La próxima vez que nos sentemos en esas cómodas butacas, que tan bien conocemos en los centros comerciales de nuestra provincia, recordemos que detrás de cada película hay una historia real, y que nuestra responsabilidad como espectadores es buscar y defender la verdad, tanto en la pantalla como fuera de ella.