Se cumplen hoy 12 años con la desaladora del Bajo Almanzora cerrada. Era una infraestructura destinada a dotar de agua de riego a más de 12 000 hectáreas de regadío en el Levante Almeriense, también a abastecer a más de 100 000 ciudadanos de Almería; presupuestada en un inicio en 36 millones de euros, terminó costando 94 y fue proyectada y ejecutada en una zona inundable por un Gobierno socialista del que, la hasta ahora ministra Teresa Ribera era secretaria de Estado. Fue inaugurada a toda prisa en septiembre del año 2011, solo dos meses después había elecciones generales, y tan solo un año después la desaladora fue anegada por una riada.
Esta pasada semana el asunto fue abordado en el Senado mediante una pregunta del almeriense del PP Miguel Ángel Castellón, y lo más sorprendente es que la propia ministra reconoció que el Gobierno no había hecho absolutamente nada durante tres años.
En concreto, la ministra dijo que pudieron "empezar a trabajar en el año 2022 con una adjudicación de un contrato de proyecto y obra" cuando habían llegado al gobierno en 2018.
Lo cierto es que Ribera justificó que "Tuvimos que empezar de cero pensando en dos cuestiones diferentes en las que había que trabajar: recuperar la funcionalidad de la desaladora y recuperar algo que debía haber estado incorporado desde el principio, que es la protección frente a inundaciones y los efectos del cambio climático. En ambos casos con tramitación de evaluación ambiental, en ambos casos con un presupuesto muy importante de 17 millones, para la puesta en funcionamiento de la desaladora de nuevo, y de 18 millones, para la protección de ese espacio y tramitación respetuosa con respecto a todas aquellas cuestiones que pudieran suscitarse en el procedimiento de evaluación de impacto ambiental".
Pero si empezaron desde cero es porque, tal como explica Castellón "hasta 2017 la Abogacía del Estado no dio vía libre para poder iniciar las obras de reposición", por lo que el Gobierno del PP tuvo las manos atadas hasta esa fecha.
Aunque ahora la ministra justifica el por qué no se metieron en obras hasta 2022, hay que recordar que en 2019 se comprometieron a que en 2021 la obra iba a estar finalizada, luego anunciaron que estaría incluida en los presupuestos generales del 2021, lo que también volvieron a comprometer para 2022, pero tampoco fue así, hasta el punto que en 2023 tampoco se iniciaron. Es decir, ahora Ribera reconoce que ni en 2019, ni en 2020, ni en 2021, ni en 2022 había obras, pero el Gobierno prometió que estaría recuperada la desaladora. La última promesa fue su reapertura en 2024, y solo quedan tres meses para que acabe el año.
La Abogacía del Estado impidió hasta el año 2017 que se acometieran obras de reforma o
reparación de la desaladora y, a los pocos meses —gobernaba Rajoy—, mediante una moción
de censura usted fue elegida ministra y responsable de la política hídrica del Gobierno. De eso
hace ya seis años