Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad ha organizado un emotivo acto en el Espacio Alma. Este evento no solo ha sido un homenaje, sino también una reivindicación para visibilizar y apoyar a un colectivo que representa aproximadamente el 20% de la población total del Estado español.
En un contexto donde más de 9 millones de personas en España superan los 65 años, se hace evidente la necesidad de atender sus requerimientos específicos. Según datos recientes, España cuenta con la esperanza de vida más alta de la Unión Europea y ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en longevidad. En 2024, se espera que la media de vida para las mujeres sea de 86 años y para los hombres de 82 años. Esta tendencia hacia una mayor longevidad plantea nuevos desafíos y oportunidades que deben ser abordados con una perspectiva renovada.
Durante el acto, se puso énfasis en las necesidades que surgen con la edad, subrayando la importancia de proporcionar recursos adecuados tanto a las personas mayores como a sus familias. Las intervenciones incluyeron reflexiones sobre cómo abordar el envejecimiento sin caer en actitudes negativas o despectivas. Se compartieron frases que resonaron entre los asistentes: “No hables de tu vejez, ni te quejes de tu achaque. A eso no le interesa a nadie”, recordando así la importancia de mantener una actitud positiva ante el paso del tiempo.
La jornada sirvió como plataforma para discutir cómo las personas mayores pueden convertirse en un recurso valioso para dinamizar tanto la economía como la sociedad. La idea central fue que, aunque puedan existir limitaciones asociadas a la edad, es fundamental reconocer el potencial y las contribuciones que este grupo puede ofrecer.
El evento concluyó con un llamado a todos los sectores sociales y gubernamentales para trabajar juntos en favor del bienestar y la inclusión activa de las personas mayores, destacando que “aunque no valga mucho, pero bueno, lo que se puede, ¿no?” es una actitud necesaria para afrontar los retos del futuro.
Este encuentro no solo celebró a quienes han vivido muchas experiencias y aprendizajes, sino que también abogó por un cambio cultural hacia una visión más inclusiva y respetuosa del envejecimiento.