Quiero hablarles de algo que me ha dejado con una mezcla de incredulidad y nostalgia. TikTok ha decidido cerrar su servicio de música en streaming, TikTok Music, a partir del 28 de noviembre. Y aunque no soy precisamente una adicta a la app (bueno, tal vez un poco), este anuncio me ha hecho reflexionar sobre el papel que juega la música en nuestras vidas y cómo nos conecta, incluso aquí, en nuestra maravillosa tierra almeriense.
Primero, seamos sinceros: ¿quién no ha estado un sábado por la noche en la playa de los Genoveses, con el mar de fondo y sonando alguna canción pegajosa que te hace querer bailar como si nadie estuviera mirando? La música es parte de nuestra esencia. Desde las coplas de Manolo Escobar hasta los ritmos contagiosos de David Bisbal que nos hacen vibrar en cada rincón del Auditorio Maestro Padilla. La música nos une, nos acompaña y, a veces, hasta nos salva.
TikTok Music prometía ser un espacio donde podíamos descubrir nuevos artistas y crear listas colaborativas con nuestros amigos. Pero claro, esto no llegó a España. Así que aquí estamos, hablando de un servicio que nunca pudimos disfrutar plenamente. ¿Qué pasa con esa sensación de comunidad musical que tanto necesitamos? A veces siento que vivimos en una burbuja digital donde todo parece posible, pero luego te das cuenta de que lo efímero puede ser más real de lo que pensamos.
La verdad es que el cierre de TikTok Music me deja pensando en todas esas plataformas que vienen y van como las olas del Mediterráneo. Nos prometen mucho: acceso ilimitado a música, descubrimiento de artistas emergentes y listas personalizadas. Pero al final del día, ¿qué queda? Un mensaje frío agradeciendo nuestro apoyo y un recordatorio para transferir nuestras listas antes del 28 de octubre. ¡Menuda forma de despedirse!
En Almería tenemos una rica tradición musical; desde el rock y el pop, o el rap de RVFV hasta el flamenco más puro. No necesitamos una app para conectar con nuestra cultura musical. Podemos salir a la calle y escuchar a los músicos locales o disfrutar de un buen concierto en algún bar del centro mientras tomamos unas tapas. Esa es la verdadera magia: la conexión humana.
Así que aquí estoy, despidiéndome no solo de TikTok Music sino también reflexionando sobre cómo consumimos música hoy en día. Quizás deberíamos dejar atrás un poco las pantallas y volver a disfrutar la música como lo hacían nuestros abuelos: cantando juntos alrededor de una mesa o bailando descalzos en la playa bajo las estrellas.
Al final del día, siempre habrá canciones que nos acompañen. Ya sea el último éxito viral o una balada clásica almeriense que nunca pasará de moda. Así que mientras decimos adiós a TikTok Music, brindemos por la música auténtica y por esos momentos inolvidables que solo se viven cuando estamos rodeados de buena compañía y buena música. ¡A seguir disfrutando!