Si hay un tema que nos toca a todos, especialmente a los que disfrutamos de ese oro líquido que es el aceite de oliva virgen extra, es el modo en que ha subido de precio, y lo poco que notamos su bajada cuando redujeron el IVA que ahora ha vuelto a subir. ¿Quién no ha sentido esa sensación de estafa cuando ve un cartelito brillante anunciando un “descuento” que en realidad no es más que humo? Recientemente, me topé con un caso que me dejó boquiabierta: un litro de aceite que supuestamente bajó de 10 a 7 euros. ¡Un descuento del 30%! Pero, como diría mi abuela, “no te creas todo lo que brilla”. Resulta que el precio anterior nunca fue más que una estrategia publicitaria. En realidad, llevaba semanas costando 7 euros. Un timo en toda regla y que no tiene nada que ver con el IVA, pero puedes encontrártelo continuamente en la ropa en época de rebajas.
Y si hablamos de precios, no podemos ignorar la reciente subida del IVA en productos básicos. Alcampo ha decidido incrementar el precio de su garrafa de cinco litros de aceite suave La Española en un 13%, justificándolo con la subida del IVA del 0% al 2%. ¿En serio? ¿Es necesario inflar los precios así? Los consumidores ya están cansados de escuchar excusas y ver cómo se aprovechan de nosotros.
Por otro lado, lo que más se ha comentado en redes sociales es que Mercadona ha optado por colocar carteles en sus cajas para aclarar que el aumento de precios es culpa del Gobierno, pero cuando bajaron unos céntimos algunso productos precisamente por la reducción de IVA no pusieron el mismo empeño informador. Como si ellos fueran unos inocentes corderitos en esta granja llena de lobos. Esta táctica parece más una jugada maestra de marketing que un intento genuino por ser transparentes. ¡Vamos! No nos tomen por tontos.
No solo eso; también hemos visto cómo la cerveza ha subido un 23% desde enero de 2022. Y aquí estamos nosotras, buscando ofertas como locas entre los estantes del supermercado, intentando encontrar algún resquicio donde ahorrar unos céntimos para poder seguir disfrutando de nuestras tapas almerienses sin arruinarnos.
La legislación española es clara, aunque parece que algunos supermercados se la pasan por alto. Según el artículo 20 de la Ley de Comercio, los precios en oferta deben mostrar el precio anterior y este debe ser el más bajo aplicado en los 30 días previos. Pero aquí estamos, en nuestra querida Almería, buscando rebajas, descuentos y ofertas en los supermercados que juegan al escondite con nuestros bolsillos.
Así que sí, necesitamos estar alerta y exigir transparencia real en los precios. Somos nosotros quienes sostenemos esta economía local con cada compra que hacemos. ¡Vamos a luchar por nuestros derechos como consumidores! Y recordemos siempre: si algo suena demasiado bueno para ser cierto… probablemente lo sea.